La Audiencia anula la indemnización a los afectados por la talidomida

La Audiencia Provincial de Madrid ha anulado el pago de una indemnización a los afectados de la talidomida que reclamaron 204 millones de euros por las malformaciones que les causó ese medicamento, y es que de esta forma el tribunal ha fallado a favor de la farmacéutica alemana Grünenthal, fabricante de la talidomida, y ha anulado las indemnizaciones que el Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid fijó en noviembre de 2013 para las  víctimas de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE). Los magistrados estiman que las acciones ejercitadas por AVITE han de entenderse “prescritas, por lo que proceden a revocar la sentencia y desestimar en su integridad la demanda interpuesta”.

¿Qué es la talidomida?
Este medicamento, patentado en 1954 por la farmaceútica alemana Grünenthal, y comercializado en los años 60 en España, causaba malformaciones congénitas en los hijos de las mujeres que lo tomaban, tanto en sus extremidades (nacían niños sin piernas o sin brazos) como en órganos internos.

La talidomida fue administrada a miles de mujeres para combatir los efectos de la náusea durante el embarazo. Por sus propiedades químicas, era un sedante cuya principal ventaja frente a otros productos del mercado, como los barbitúricos, era la ausencia de toxicidad aguda (riesgos derivados de sobredosis). Fue retirada del mercado en 1961 después de que pruebas médicas constataran relación entre el medicamento y las malformaciones sufridas por los bebés: brazos y piernas más cortos de lo normal, ceguera, sordera, problemas cardíacos y daño cerebral, entre otras.

Más de 10.000 niños de todo el mundo padecen afecciones derivadas de la administración de la talidomida. Entre 5.000 y 6.000 siguen vivos, según la Asociación Británica de Víctimas de la talidomida, Thalidomide UK. Más de 7.500 niños murieron durante la infancia.

Las víctimas recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo
Para la Audiencia, “es difícil imaginar, aunque sea como mera hipótesis», que los afectados «no sospecharan que sus secuelas congénitas y perfectamente manifiestas (así estar privados de alguna o algunas de sus extremidades) se debieran al fármaco”. Y entiende que, en “la tesis más favorable para los perjudicados”, en el año 2008 los socios de AVITE ya podrían haber obtenido los diagnósticos “de los que pudieran derivarse la probabilidad de que sus malformaciones congénitas y daños consecutivos fueron consecuencia de la ingestión de talidomida por la madre gestante en el periodo crítico”, mientras que la demanda fue presentada cuatro años después, en 2012.

José Riquelme, el presidente de AVITE, considera “un golpe muy bajo y muy fuerte” a los afectados de la talidomida la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. “Nos parece increíble y alucinante que la titular del juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid no viera prescripción anteriormente y ahora tres jueces de la Audiencia Provincial de Madrid hayan visto prescripción”, añade Riquelme.

Del mismo modo, el presidente de Avite afirma que seguirán luchando mientras tengan “aliento y vida” para reclamar indemnizaciones, asegurando además que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo, aunque tengan que esperar cuatro años más para ver qué dice la justicia en las altas instancias. “Este imperio farmacéutico, al que han dado la razón, todo el mundo tiene que saber, y nunca olvidar, que desde los años 70 hasta hoy, este laboratorio,  junto al gobierno alemán, han pagado entre indemnizaciones, ayudas, subvenciones y pensiones vitalicias, 600 millones de euros a los 2.800 afectados alemanes, (y 100 que han fallecido), y en España. 0 euros. Por lo visto, los afectados alemanes, son de primera categoría, y los españoles de Regional Preferente”, asevera.

Por su parte, Grünenthal subrayó en un comunicado que “ya existen medios específicos y eficaces” para que todos los afectados por un producto que contuviese talidomida de Grünenthal o de su distribuidor local en España “puedan beneficiarse de ayudas económicas”.
..Emilio Ramírez

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