Su carta de presentación no podía ser mejor, y es que estaba llamado a ser el hospital más grande de Europa. Proyectado en el año 2005 en el barrio de Santa María de Benquerencia, hasta el 2007 no se pondría su primera piedra. El PP cuando llegó al Gobierno de Castilla y La Mancha en 2011 calificó la obra como faraónica, y es que argumentos no le faltaban a tenor de los números que el Gobierno socialista de José María Barreda proyectó para este hospital, que dejó construido un 34% cuando se produjo el relevo en el poder. 126.000 metros cuadrados de fachadas, 494 despachos, 21.500 metros cuadrados de superficie acristalada,
95 ascensores, 9.483 puertas, 12 tramos de escaleras mecánicas, 102 mostradores, 2.500 kilómetros de cableado eléctrico, una plaza de 7.500 metros cuadrados, azulejos portugueses con un coste de 184 euros por metro cuadrado, paredes y suelo de todos los baños revestidos con mármol…y un presupuesto que ronda los 500 millones de euros. Sus obras están paralizadas desde 2012, obras que no se sabe cuando se reanudarán. El PSOE asegura que ya estarían terminadas, concretamente desde finales de 2012 si María Dolores de Cospedal no hubiera decidido paralizarlas durante ya más de tres años.