Producir al menos dos litros de orina al día reduce significativamente el riesgo de sufrir un cólico en el riñón

Los cálculos renales, conocidos popularmente como piedras en el riñón, son formaciones sólidas compuestas de pequeños cristales que generalmente suelen incluir sales minerales y una serie de otras sustancias como el oxalato de calcio y el ácido úrico. El oxalato de calcio, una sal mineral, es el principal componente (aproximadamente el 80%) de los cálculos renales.

El oxalato de calcio se forma en el intestino grueso cuando las fuentes de alimentación de calcio se combinan con sales del ácido oxálico (oxalatos). El oxalato se produce principalmente en el hígado, pero también lo contienen numerosos alimentos. Cuando el oxalato se adhiere a las moléculas de calcio, las hace más o menos insolubles. Cuando entra en el riñón, es cuando puede formar los temidos y dolorosos cólicos en el riñón.

El Colegio Americano de Médicos asegura que las personas que han sufrido un cálculo renal deben beber mucho líquido o tomar medicamentos diuréticos para producir al menos dos litros de orina al día ya que según constatan, reduce significativamente el riesgo de acumular nuevamente piedras en el riñón.

Actualmente se estima que más del 10% de los hombres y el 7% de las mujeres en EEUU desarrollarán un cálculo renal a lo largo de su vida, según un estudio publicado en 2012, y muchos repetirán más adelante, lo que puede ser “muy doloroso y requerir incluso cirugía”, ha reconocido Robert Centor, médico internista y autor de dichas recomendaciones que publica la revista ‘Annals of Internal Medicine’.

“Puede que tenga que beber hasta tres litros en un día caluroso”
Para elaborar sus nuevas directrices, Centor y su equipo revisaron los artículos publicados sobre cálculos renales recurrentes entre 1948 y 2014 para formar las nuevas directrices. De este modo, vieron que beber más líquidos puede servir para prevenir cálculos posteriores sin ocasionar efectos secundarios y aseguran que si eso no funciona, también puede ayudar el uso de diuréticos. Otras opciones incluyen citrato, que se une al calcio en la orina y evita la formación de cristales, o un medicamento llamado alopurinol.

No obstante, precisa Centor, los pacientes deben optar por las dos primeras opciones antes de recurrir a este último fármaco, que también se utiliza para tratar la gota, ya que puede causar somnolencia, diarrea y dolor de estómago.

Para llegar a dos litros de orina, reconocen los expertos, es probable que la persona deba beber más de dos litros de líquido pero dependerá de la temperatura exterior y de la actividad física de cada individuo. “Puede que tenga que beber hasta tres litros en un día caluroso”, admite Centor.
..Emilio Ramírez

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