España investiga una cura de VIH a partir del trasplante de células de cordón umbilical

Timothy Brown fue el primer paciente curado de VIH tras un trasplante de médula ósea que recibió para tratar su leucemia. Conocido como el ‘paciente de Berlín’, este estadounidense ha pasado a la historia de la comunidad científica y médica al ser el único paciente en el mundo que ha logrado erradicar completamente el virus de su organismo .

A este ciudadano estadounidense con 47 años le detectaron el VIH en 1995 mientras pasaba una temporada en Berlín. Durante los siguientes 11 años de su vida, los pasó sin novedad aparente desde el punto de vista sintomático de la enfermedad gracias a los antirretrovirales que recibía.

Sin embargo, en 2006 le diagnosticaron una leucemia aguda. El hematólogo que le trató, Gero Huetter (que no es especialista en VIH), tuvo una idea aventurada ajeno a la trascendencia que iba a tener y que iba a revolucionar la ciencia. Puesto que era necesario realizarle un trasplante de médula, seleccionó de entre los 67 donantes compatibles posibles al único que tenía una mutación particular en sus genes: una mutación capaz de acabar con el VIH, la mutación genética CCR5 Delta 32. En 2007 fue sometido a un trasplante de células de médula ósea, quedó libre del VIH, y desde entonces no necesita terapia antirretroviral.

Trasplante de células de cordón umbilical con la mutación CCR5 Delta 32
Ahora, un equipo de científicos españoles cree haber conseguido el mismo resultado, aunque con un trasplante de células de cordón umbilical con la misma mutación genética, la variante CCR5 Delta 32. Se lo practicaron a un paciente de Barcelona que, como Brown, padecía simultáneamente una leucemia y una infección de VIH.

Y es que España pondrá ahora en marcha el primer ensayo clínico del mundo sobre el uso terapéutico de sangre de cordón umbilical en pacientes VIH positivo con cáncer hematológico. Así lo anunciaron ayer en rueda de prensa el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz; el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), José María Moraleda; Rafael Duarte, director del Programa de Trasplante Hematopoyético del Instituto Catalán de Oncología (ICO); Javier Martínez, virólogo de Irsicaixa, y Marta Torrabadella, investigadora del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona.

Este ensayo comenzará a partir de marzo de 2015 y el objetivo es reclutar a unos cinco pacientes en un plazo de dos años para, posteriormente, realizarles un seguimiento durante al menos 12 meses.

El ‘paciente de Barcelona’
El ‘paciente de Barcelona’, un varón de 37 años que se infectó en 2009 con el VIH y que en 2012 desarrolló un linfoma agresivo había recibido varios tratamientos antes del trasplante de cordón umbilical al que fue sometido, y es que se le infundió una unidad de sangre de cordón umbilical, con la mutación CCR5.

A los 11 días, el ‘paciente de Barcelona’ ya estaba recuperado y a los tres meses del trasplante, se comprobó que ya no tenía el VIH en su organismo. Se le hicieron múltiples pruebas para asegurar que el virus no estaba en ningún reservorio del organismo. De esta manera, analizaron su sangre y no encontraron rastro del VIH. Sin embargo finalmente el enfermo murió poco tiempo después debido a la progresión del linfoma, por ello los especialistas se decantan más por una “erradicación” del virus que por una “curación”.

Los resultados obtenidos con el ‘paciente de Barcelona’ y el inicio de este ensayo “pretenden abrir una vía para investigar en la erradicación del VIH”, señala Matesanz.

Ensayo clínico
Una colaboración entre institutos de investigación, hospitales, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia trabaja ya en determinar cuántos de los cordones umbilicales almacenados en España tienen la mutación que buscan. “Calculamos que encontraremos entre 250 y 300”, explicó Marta Torrabadella, investigadora del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña. Un porcentaje pequeño, ya que hay más de 60.000, pero suficiente para tal cometido.

Una vez identificados se reservarán para ver si, como sospechan los investigadores, se puede curar el sida con ellos. Aun así, por lo peligroso del procedimiento de estos trasplantes (con una tasa de mortalidad de entre el 15 y el 25% en dos años), solo se practicarán en pacientes que tengan que someterse a uno en cualquier caso. Es decir, a gente que tenga leucemia y esté infectada por VIH.

Los investigadores creen que no serán más de 2 o 3 al año en España, pero que esta cifra puede multiplicarse con otros países del mundo. “No son en exclusiva para pacientes españoles”, recalcó Matesanz.
..Emilio Ramírez

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