Aún existen falsos mitos sobre los medicamentos genéricos. Éstos, nacen a los 10 años de haber concluido la patente del medicamento de marca, que fue el primero al que se le realizaron los análisis preclínicos y clínicos para corroborar su eficacia y su seguridad. Nada malo tienen, sin embargo, los genéricos, que son bioequivalentes a los primeros en cuanto a principio activo, eficacia y garantías. Pero no son más baratos. Están regulados por el sistema de precios de referencia y por el de agrupaciones homogéneas, en los que se recopila un listado (Nomenclator) con los medicamentos bioequivalentes (incluyendo de marca y genéricos) y el precio que la Administración establece para ellos. Por lo tanto, una vez acaba la patente y sale el genérico, el medicamento de marca iguala su precio al precio de referencia. Sin embargo, “La normativa incentiva la prescripción por principio activo”, explica José Miguel Fatás, del despacho de abogados de Uría Menéndez. En las consultas, el médico, por norma, prescribe el genérico en dos casos: cuando se trata de los procesos agudos y cuando es la primera prescripción ante una enfermedad crónica. También ocurre en las farmacias. (Con Salud)