2 billones de euros es, según la consultoría económica McKinsey Global Institute, lo que cuesta la sanidad de los 2.100 millones de personas obesas o con sobrepeso que hay en el mundo. En cifras, equivale al coste de los conflictos armados. Por abrumadora que parezca esta cantidad, tiene una explicación lógica. La obesidad, irónicamente junto con la desnutrición, son los problemas nutricionales más frecuentes en el mundo. En los últimos 30 años ha crecido tanto, que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a considerarlo como una epidemia global. Que la obesidad cuesta dinero es un hecho. Las enfermedades derivadas de ella (algunas crónicas) son innumerables, desde cardiovasculares (como artoesclerosis, angina de pecho o trombosis), respiratorias (asfixia del sueño o fatiga respiratoria), endocrinas como el hipotiroidismo, o incluso esqueléticas, como las fracturas por sobrepeso. En Europa, la obesidad se ha triplicado en las dos últimas décadas y se estima que para el año 2010, el 20% de la población sean obesos. España no escapa a esta tendencia. Los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, de 2011, revelan que el 17% de los adultos padece obesidad y el 37% sobrepeso. La obesidad en nuestro país ha pasado en los últimos años del 7,4% al 17%& en tan solo 25 años. También aumenta en niños y adolescentes. (Con Salud)