Dra Ferrer, presidenta del Colegio de Zaragoza: “Los colegios podemos trasmitir hasta dónde actuar y cuándo la precariedad puede poner en peligro la calidad de nuestro SNS”

La Dra. Concepción Ferrer, presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza (6500 colegiados), hace un repaso a las funciones y actividades de los colegios de médicos y su involucración en la sociedad médica. Para ella el Colegio tiene que dar garantía a la sociedad sobre los profesionales, a la vez que tienen que dar protección profesional a los médicos. También reivindica el papel de los colegios en un SNS insostenible porque conocen muy bien la situación de los profesionales y los fallos del sistema.

Pregunta.- Es muy clara la labor de un sindicato médico, de una sociedad científica, incluso de una asociación de médicos, sin embargo, la del Colegio, ¿cuál es?

Los colegios de médicos son instituciones creadas hace varios siglos, que tenían como función la salvaguarda del ejercicio de la profesión con unas connotaciones para la población especiales, ya que les aseguraba la protección de la salud y el tratamiento en la enfermedad.

Teniendo en cuenta que las actuaciones de los profesionales se guiaban por un código ético de conducta, fueron respetadas y consideradas desde su constitución, incluso por los reyes.

Actualmente, los colegios de médicos son los herederos de estas asociaciones gremiales que tienen como función la salvaguarda de la profesión. Además, son los custodios de una información muy valiosa: tienen unos archivos en los que se encuentran inscritos todos los profesionales, donde se certifica y documenta su titulación y su especialización; y esa documentación certifica todos los datos concernientes al ejercicio profesional, tanto la especialidad como la actividad, y dónde se desarrolla, y si existiera algún tipo de sanción (pues así consta en el expediente, de modo que puede ser solicitada cuando el profesional quiere iniciar su actividad en cualquier otra zona del país o en la CEE).

Igualmente los colegios de médicos realizan la salvaguarda del código de conducta de los profesionales estableciendo un código deontológico de obligado cumplimiento.

Un código que se actualiza periódicamente, en relación con los cambios que se producen en la actividad profesional y que es difundido entre los profesionales para su cumplimiento.

Otras actuaciones de los colegios de médicos consisten en velar por un ejercicio adecuado de la profesión, en la defensa de la actividad de sus colegiados y de la seguridad de los pacientes.

La actividad de los profesionales tiene que estar protegida por los colegios, que vigilarán que el ejercicio de la profesión se realice en las mejores condiciones posibles.

Por otra parte, los colegios han procurado la protección social de sus colegiados en situaciones de infortunio y de precariedad. Así nació hace 100 años el Patronato de huérfanos Príncipe de Asturias, cuya finalidad era la protección de las viudas y huérfanos de los médicos. Una actuación que las condiciones de la sociedad actual han ampliado hacia otros ámbitos tan importantes como la minusvalía, la dependencia, y la protección al médico mayor y al médico enfermo.

Pregunta.- El Colegio de Zaragoza está acometiendo algunas iniciativas muy interesantes y muy bien acogidas, de hecho hace poco tuvieron una asamblea para debatir sobre la situación del médico ante las compañías de seguros. ¿Se han planteado alguna vez en el Colegio la posibilidad de hacer una encuesta a los colegiados para que definan qué quieren de su Colegio?

Realmente se han realizado encuestas, pero sorprende que, mientras las cosas van bien, la participación en ellas es pequeña. Los asuntos que surgen en el día a día, tanto del ejercicio público, como privado, son los temas en los que los colegiados se sienten concernidos, y son en los que los colegios tenemos que actuar. Una amplia repercusión de esta preocupación en nuestros colegiados es lo que nos va a proporcionar el interés de los colegiados por su colegio.

Pregunta.- ¿Cómo se puede desde un Colegio como el de Zaragoza (6500 colegiados) participar en la reforma de un SNS que no encuentra respuesta a los numerosos problemas económicos que tiene que afrontar (tope gasto farmacéutico, recortes, copagos…)

Es difícil dar respuesta a los múltiples problemas que surgen de una situación económica compleja, en la que el control del gasto y los recortes son necesarios, pero que no pueden ser ilimitados.

Los colegios podemos trasmitir hasta dónde actuar y cuándo la precariedad puede poner en peligro la calidad de nuestro SNS.

Somos los que conocemos la situación de nuestros profesionales, sabemos los fallos del sistema, conocemos, sentimos con el profesional y sabemos cómo se le puede ilusionar para que siga dando lo mejor de sí mismo.

Pero también representamos a ese grupo que presta su actividad profesional en el ámbito de la medicina privada, por cuenta ajena de las “aseguradoras”, donde existen complejos problemas que en nuestro país se están produciendo por la modificación de un SNS insostenible, y en el que todos los estamentos sanitarios se están posicionando para poder realizar su aportación. Y los colegios tenemos que ser garantes en la vigilancia para que ese proceso se produzca sin lesionar los intereses de los profesionales y pacientes.

Pregunta.- ¿Por qué los médicos no terminan de interactuar con el colegio?, ¿hace falta entender más las necesidades de los médicos, hay que dar más servicios, debe tener similitudes a un club social, se debe poner al frente con un prestigio profesional mínimo…?

Los médicos con su actividad laboral llenan la mayor parte de su tiempo, y suelen ser poco proclives a las reuniones, ni siquiera cuando se plantean sus propios problemas.

Los servicios son un modo de llegar al colegiado y de crear ese espíritu de unidad que sería tan deseable entre los profesionales.

Dentro de estos servicios somos garantes y a veces jueces de las diferentes tensiones que se producen entre los profesionales, en áreas de interrelación que generan conflicto profesional.

También en intromisiones de otros colectivos en el campo de la actividad estrictamente médica.

Ponemos al servicio de los colegiados un seguro de RC solidario, estudiado con detalle, que le ofrezca la mejor cobertura al mínimo coste. Puede acudir y se le facilitan los pasos y las gestiones a realizar en el momento en que el profesional tiene cualquier conflicto.

Además, cada vez existe un grupo más numeroso dentro de la colegiación, que ha terminado la época de su actividad laboral, y en el que los mecanismos de defensa jurídica o de control del ejerció profesional, tan importantes durante toda su vida laboral, dejan de tener importancia por haber finalizado su actividad.

Este colectivo que durante años, con su aportación, ha sostenido el colegio, es cada vez más importante y presenta una serie de problemas específicos a los cuales los colegios no podemos ser ajenos. Este hecho nos muestra nuevos campos de actuación de cara a la colegiación.

La edad de jubilación se produce, cada vez, en condiciones mejores para un profesional que se encuentra en plenas facultades; y desde el colegio se crean actividades para este grupo de profesionales. Actividades que beneficien a la sociedad, como la iniciativa nuestra de crear Aulas de Salud para la población, o actividades que beneficien el desarrollo personal con seminarios de historia, arte, literatura, pintura… actividades deportivas… actividades lúdicas viajes…

Y todo aquello que favorece y garantiza un entorno de relación y de apoyo en este grupo, con unas estructuras que pueden darles cobijo.

 Además existe una parte de este colectivo, que podríamos encuadrar en lo que constituye hoy la cuarta edad de la vida, que son todos esos colegiados que tienen problemas de dependencia y necesidades distintas.

Este colectivo, en el que las necesidades son muy diferentes, es un colectivo de especial interés para el colegio por ser un colectivo más vulnerable, y con el que tenemos que poner el empeño para crear estructuras, tan sólidas y tan eficaces, como las que se crearon a principios del siglo XX, con el patronato Príncipe de Asturias para las viudas y huérfanos. Debemos ser capaces de transformar estas estructuras a las necesidades de los tiempos.

Pregunta.- La figura del Defensor del Médico está asomándose cada vez más a los colegios y al reto de los colectivos profesionales. También fue una promesa suya durante la campaña electoral, ¿para qué, quién y cómo se debe asumir esa figura en el colegio?

Los conflictos de intereses, a veces, crean una sensación de desamparo en el profesional cuando se produce una investigación por una actuación denunciada ante la comisión deontológica. Ante una situación así el profesional se siente a veces señalado… sin comprender en muchas ocasiones. Y cuando se establecen conflictos entre profesionales el defensor del médico puede tener una actuación importante en estos casos.

Cuando el profesional padece conflictos con administración o con empresas de salud “aseguradoras”, en todas estas situaciones, la existencia del defensor del médico, es una figura que consideramos cada vez más necesaria en una sociedad en la que la imagen del médico ha sido mercantilizada.

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