En 2013 hubo 215.656 nuevos casos de lepra en el mundo, 11 se registraron en España

La lepra, enfermedad que suena a un pasado lejano, pero que aún está presente entre nosotros. En 2013 se registraron 215.656 nuevos casos de lepra en el mundo, más de la mitad en la India (con el 59% de casos nuevos anuales), Brasil (14%) e Indonesia (8%), según datos de la Asociación Fontilles con motivo de la celebración este domingo 25 de enero del Día Mundial contra la Lepra, efeméride instaurada en 1954 por el periodista francés Raoul Follereau, y que se conmemora cada año el último domingo de enero con un triple objetivo: Desterrar pensamientos erróneos, sensibilizar a la opinión pública y promover medidas preventivas para reducir su impacto en la sociedad.

De esos 215.656 casos nuevos registrados en 2013 en el mundo, 11 se detectaron en España, de los que ocho eran en personas procedentes de otros países donde contrajeron la enfermedad, y hay 48 pacientes en tratamiento. La evolución de la enfermedad registra  en España una media anual de 12 nuevos casos al año.

Aunque la lepra sea una enfermedad eliminada en los países desarrollados, Fontilles señala que el fenómeno de la globalización ha provocado que enfermedades del pasado que se creían controladas, como la escarlatina o la tuberculosis, se expandan de un país a otro. En el caso de la lepra, la conclusión que se desprende por parte de la asociación es que la carencia de estructuras sanitarias en los países afectados y el “pasotismo” de algunos gobiernos están haciendo que esta enfermedad todavía dure a pesar de que su cura es posible desde 1982.

En 2013 se registró un descenso del 7,4% en nuevos casos de lepra en relación con el año anterior. Aunque este dato a priori pueda resultar positivo, desde Fontilles se denuncia que “cada vez menos países facilitan cifras al respecto y otros podrían maquillar sus cifras con el propósito de alcanzar objetivos políticos”.

Acabar con el estigma que acompaña a la lepra
El director médico de Fontilles, José Ramón Gómez, explica que además de las secuelas físicas que pueden ir desde lesiones en piel, nervios y extremidades hasta parálisis y discapacidades, la lepra trae consigo secuelas psicológicas y un estigma que la acompaña. Al respecto afirma como hay “muchas personas que son marginadas y separadas de sus familias, los niños son expulsados de las escuelas porque algún familiar padece esta enfermedad, incluso hay leyes en algunos países que fomentan y consienten la discriminación”.

El estigma que casi como un rasgo inherente va “de la mano” con la enfermedad, “hace que los afectados se sigan escondiendo o sean ocultados por sus familias. Como consecuencia de lo anterior, las personas afectadas llegan a los hospitales con importantes discapacidades y aumenta el número de niños y niñas con lepra, lo cual indica que sigue habiendo contagios y que la enfermedad no está controlada”, asegura el director médico de Fontilles.

Por este motivo, la campaña de este año de la asociación Fontilles se centra en las secuelas de la enfermedad, y es que bajo el lema ‘Un futuro sin lepra’, se quieren  superar las barreras que en forma de estigma y marginación acompaña a quienes la padecen.
..Emilio Ramirez

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