Un estudio realizado por científicos del Instituto de Investigación Scripps (TSRI), en La Jolla, California, Estados Unidos, ayuda a explicar cómo las vacunas de refuerzo promueven una mejora del “recuerdo” inmune, un paso importante para el desarrollo de vacunas más eficaces y de mayor duración. “Ahora podemos ver la evolución de una mejor protección de las células de recuerdo individuales conforme responden al estímulo”, destaca el profesor del TSRI Michael McHeyzer-Williams, autor principal del nuevo estudio, cuyas conclusiones se publican en la edición digital de este lunes de la revista ‘Nature Immunology’. Cuando un virus ataca al cuerpo, las células B del sistema inmune producen anticuerpos que se unen al invasor lo desactivan. Al mismo tiempo, un escuadrón de células B de memoria se dirigen a zonas especiales de los ganglios linfáticos. Estas células B de recuerdo serán entrenadas para reconocer incluso pequeñas cantidades del virus si alguna vez ataca de nuevo. (El Médico Interactivo)