La Audiencia Provincial de Madrid desestimó ayer el recurso de los médicos Simón y Carlos Viñals (padre e hijo) contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 54 de la capital de mantener su imputación en el caso por la tragedia del Madrid Arena por tres posibles delitos de homicidio imprudente. Ambos eran los encargados de la asistencia médica en la fiesta de Halloween el 1 de noviembre de 2012 en el citado pabellón, en el que la confluencia de jóvenes en uno de los pasillos del recinto causó una avalancha que provocó la muerte de cinco chicas. Deficiente atención. Los magistrados de la audiencia provincial atribuyen a los dos médicos una participación culposa en las muertes de tres de las víctimas al darlas por muertas cuando estaban en parada cardiorrespiratoria. Por esta razón, el auto subraya que “la deficiente atención que recibieron por parte de los doctores contratados para prestar el servicio médico necesario en el evento debe ser considerada como una inobservancia de las reglas de actuación”. (Diario Médico)