Las muertes por sarampión han disminuido un 75 por ciento en 13 años en todo el mundo, pasando de 544.000 en el año 2000 a 145.700 en 2013, gracias a las campañas de vacunación, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, el organismo ha avisado de que, a pesar de que existe una vacuna “segura y eficaz”, a nivel mundial sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños. La mayoría de las muertes se deben a complicaciones del sarampión, que son más frecuentes en menores de 5 años y adultos de más de 20 años. Las más graves son la ceguera, la encefalitis, la diarrea grave, las infecciones del oído y las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños malnutridos, y sobre todo en los que no reciben aportes suficientes de vitamina A o cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitado por el VIH/Sida u otras enfermedades. (La Información)