Las proteínas de la saliva podrían ayudar al diagnóstico precoz del autismo

Las proteínas presentes en la saliva pueden ayudar al diagnóstico precoz de los trastornos del espectro autista (TEA), lo que permite una intervención más rápida, según sugieren los resultados de un estudio piloto proteómico.

La Dra. Alisa G. Woods, autora del estudio y doctora en bioquímica y proteómica del grupo de la Universidad de Clarkson, Potsdam, Nueva York, declaró que se han “identificado potenciales biomarcadores para el diagnóstico del autismo que están implicados tanto en las respuestas inmunitarias aumentadas como en el malestar gastrointestinal. Esto va acorde con las ideas actuales sobre la causa del autismo y las comorbilidades”.

La firma de la proteína
Los investigadores utilizaron nano espectrometría de masas en tandem con cromatografía líquida para analizar el proteoma salival de seis niños con ASD y seis niños con desarrollo típico. Todos los niños que participaron en el estudio eran de entre 6 y 16 años de edad.

Se encontró que en nueve de las proteínas, los niveles eran significativamente elevados en la saliva de los niños con TEA, y que en tres proteínas, los niveles fueron inferiores o las proteínas estaban ausentes. Por ejemplo, no se detectaron histatina-1 y estaterina en la saliva de los niños con TEA, lo que sugiere que los déficits en las proteínas salivales específicas “pueden servir como biomarcadores en ASD, que comprende una firma que indica la presencia y el riesgo del TEA”.

Una de las proteínas más interesantes se llama lactotransferrina, lo que realmente nos gustaría hacer es un seguimiento de cómo se puede predecir el autismo a través de problemas gastrointestinales”, dijo la Dra. Woods. “Clínicamente, este marcador podría ayudar a identificar a las personas en el espectro de problemas gastrointestinales. Dado que las personas con autismo a menudo tienen problemas para comunicar sus síntomas, esto podría ser particularmente útil“, añadió.

Según estimaciones actuales, el ASD afecta aproximadamente a 1 de cada 68 niños en Estados Unidos. El diagnóstico se basa en las evaluaciones de comportamiento porque no existe actualmente ninguna prueba biológica para el ASD. La identificación de biomarcadores para el ASD podría ayudar en el diagnóstico temprano y, a su vez, a aplicar un tratamiento más temprano, que se ha demostrado que mejorará los resultados. Este estudio es un primer paso en esa dirección, según indicaron los investigadores.

Sin embargo, el hecho de que en el estudio sólo se incluyea a niños con TEA es una limitación importante. Los investigadores planean estudiar más a fondo estas diferencias de las proteínas en grupos más grandes de niños con autismo y también en niños con subtipos específicos de autismo.

Es imprescindible validar estos resultados en un mayor número de individuos en el espectro del autismo, y que también hayan sido característicos en términos de comportamiento y en condiciones coexistentes. Esto, por supuesto, dependerá de la obtención de fondos para la investigación”, dijo la Dra. Woods.

Una opción atractiva para los médicos
El Dr. Matthew Siegel, director del Programa de Trastornos del Desarrollo en el Hospital Spring Harbor en Westbrook, Maine, y el investigador clínico en el Instituto de Investigación del Centro Médico Maine, afirma que “el examen de la saliva es atractivo debido a su accesibilidad, pero tendrá que ser probado en muestras mucho más grandes para ver si hay resultados útiles“.

Los seis niños con TEA estudiados variaban mucho en su grado de autismo y de capacidad lingüística”, señaló. “Estudiar a un grupo mucho más grande y más homogéneo, como podría ser, por ejemplo, un estudios a aquellas personas con ASD claro y definido y cuya comunicación verbal es nula; esto sería una estrategia emocionante”.
..Amaya Lujambio

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