Un varón de 34 años, cuya identidad responde a las siglas G.E.Z, ha sido detenido por un delito de falsificación de informes médicos y adicionalmente de fraude a la Seguridad Social con el fin de obtener una ingente cantidad de recetas de estupefacientes y psicotrópicos, supuestamente destinados para su venta a terceras personas, según informan fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
La detención, que se ha realizado gracias a la colaboración entre la Guardia Civil y la Inspección de Farmacia de la Gerencia de Salud del Sacyl de Burgos, se produjo en los primeros días del pasado mes de febrero, cuando el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Burgos tenía conocimiento de un posible fraude por alteración en cuanto al número de recetas y dosis expedidas hacia una misma persona.
En la investigación, lo primero que llamó la atención tanto el EDOA como al UOPJ, fue el hecho de que una misma persona, había acudido a una farmacia de la capital burgalesa con un gran número de recetas para adquirir los medicamentos Tranxilium y Targin, ambos calificados en el vademécum como estupefacientes y psicotrópicos.
Las primeras pesquisas se centraron en verificar si las recetas eran originales, llegando a la conclusión de que sí lo eran, y en la identificación del facultativo que las prescribió, que era de Burgos.
‘Operación Falsa Tranquilidad’
Durante la investigación, enmarcada en la ‘Operación Falsa Tranquilidad’, fueron analizados unos documentos supuestamente expedidos por el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco. Con ellos, G.E.Z había engañado al médico para conseguir que le recetara las dosis consignadas según esos informes, los cuales habían sido falsificados por él mismo para conseguir el engaño y por ende que le administraran los medicamentos en la farmacia.
Adicionalmente, mediante la utilización de estas recetas, obtenidas mediante engaño, existía un fraude a la Seguridad Social por cuanto dichos medicamentos se encuentran subvencionados, por lo que una vez que se identificó el autor, y tras ser localizado, fue detenido en la capital burgalesa.
El ‘paciente’, había logrado que le dispensaran los fármacos en dosis que solamente en el mes pasado de diciembre, eran entre cinco y 20 veces superiores a las esperadas para el consumo propio en un mismo periodo de tiempo, y es que concretamente se trataba de 157 dosis de Oxicodona (estupefaciente) y 648 de Clorazepato de Potasio (psicotrópico).
Los investigadores, asesorados por la Inspección de Farmacia, no podían dar crédito a que esta cantidad de dosis fueran para consumo propio, por lo que concluyeron que el objetivo no era otro que conseguir recetas de manera fraudulenta, ya que son medicamentos (estupefacientes y psicotrópicos) susceptibles de abuso o de tráfico ilegal.
..Emilio Ramirez
