La prueba de seguimiento con los ojos podría detectar conmociones cerebrales

Un nuevo estudio ha demostrado que las pruebas de seguimiento ocular pueden ayudar a detectar y cuantificar la alteración de la motilidad ocular asociada a las conmociones cerebrales.

Los investigadores informan que la prueba, que consiste en el uso de un nuevo dispositivo de seguimiento de los ojos, distinguió a aquellos pacientes con conmoción cerebral en controles sanitarios de aquellos que no sufren ninguna lesión cerebral. El grado de perturbación de los movimientos oculares detectadas por el dispositivo también se correlaciona con la severidad de la lesión.

Según la Dra. Uzma Samadani, principal autora del estudio, la técnica consiste en un método objetivo y sensible para distinguir las conmociones cerebral de otro tipo de condiciones. Afirma que espera “que podamos cambiar la forma de diagnosticar una conmoción cerebral“.

No es una idea nueva
El uso de los movimientos oculares para la detección de una conmoción cerebral no es una idea nueva. Hay constancia de estas prácticas en actas que se remontan al papiro Edwin Smith, un antiguo tratado egipcio en cirugía de trauma. “Cuando miré a la literatura para el ejemplo más antiguo conocido de movimiento anormal del ojo asociado a una lesión cerebral, no paraba de remontarme años atrás y más atrás” dijo la Dra. Samadani. “Empecé buscando en los años 50, los años 40 y los años 30, y de repente ya estaba en el año 1500 antes de Cristo“.

Aún a menudo los médicos diagnostican una contusión observando los movimientos oculares de los pacientes, mientras piden que sigan el movimiento de un dedo.
Tales métodos pueden funcionar, dijo la Dra. Samadani. “Yo diría que son variables dependiendo del examinador. Dependiendo quién los realiza, un gran oftalmólogo u optometrista, pueden detectar diferencias muy sutiles“.

Sin embargo es frecuente que quienes llevan a cabo estas prácticas se centren más en lo bien que los pacientes son capaces de seguir una orden de mover los ojos de un punto a otro, dijo la Dra. Samadani. Alguien aturdido por una lesión puede ser incapaz o simplemente no estar dispuesto a escuchar estas instrucciones. Los niños, o alguien que no habla el idioma del examinador, también pueden tener problemas para seguir las instrucciones.

Para conseguir una forma de medir más objetiva, se ha desarrollado un nuevo algoritmo de seguimiento del movimiento del ojo que sigue cómo los ojos del sujeto se mueven tanto vertical y horizontalmente más de 200 segundos, durante la proyección de un video que visiona el paciente.

No nos importa donde se mire“, afrima la Dra. Samadani, “</>nos preocupamos de que sus ojos se mueven juntos en el tiempo”. Por esta razón, podría funcionar mejor en aquellos que no pueden seguir las instrucciones, incluso en animales.

La posibilidad de diagnosticar conmociones cerebrales con este enfoque se le ocurrió por primera vez a la Dra. Samadani cuando estudiaba los movimientos oculares en pacientes en estado vegetativo, mínimamente conscientes y persistentes.

Nos dimos cuenta que la gente que tenía alguna inflamación en el cerebro no era capaz de mover sus ojos en la misma forma de controlarlos normalmente“, dijo ella. “Lo vi claro de inmediato, esto tenía enormes implicaciones para las conmociones cerebrales“.

Las definiciones actuales de conmoción cerebral dependen de criterios subjetivos, y muchos son criterios propuestos. Sin embargo, la Dra. Samadani cree que la técnica de su equipo puede, objetivamente, separar el diagnóstico de una conmoción de otros tipo de lesiones cerebrales. “Para mí, una conmoción cerebral es una lesión cerebral radiológicamente silenciada“, dijo. “Si lo puedes ver en el scanner TC [tomografía computarizada], no es una conmoción cerebral, es un daño cerebral estructural“.

El equipo de la Dra. Samadani espera para validar, estandarizar y automatizar las mediciones del movimiento ocular como medio de detección de conmoción cerebral. Para ello han creado una nueva empresa, Oculogica, para diseñar y vender un dispositivo portátil que podría ser utilizado tanto en el servicio de urgencias como en el sitio de una lesión, por ejemplo en un partido de fútbol.

Para poner a prueba un prototipo del dispositivo, ella y sus colegas compararon prospectivamente cuatro grupos de adultos:

  • Controles de personas con buena salud (n = 64)
  • Los pacientes con trauma en la cabeza o con daños cerebrales visibles en la TC (n = 13)
  • Los pacientes con traumatismo craneoencefálico sin lesiones cerebrales visibles en la TC (n = 39)
  • Los pacientes con trauma que no implicaban la cabeza (n = 23)

Los investigadores encontraron que los pacientes con trauma en la cabeza eran más propensos que las personas sanas a tener problemas para mover los dos ojos a la vez horizontalmente en cinco de cinco medidas, independientemente de que una lesión cerebral se manifestara en la TC. La diferencia fue estadísticamente significativa (p <0,02).

Hubo una diferencia similar entre los pacientes con trauma de cabeza y los pacientes sanos en de una de las cinco medidas verticales.

Los investigadores también probaron el equilibrio de los participantes. No encontraron una diferencia entre los pacientes con traumatismo craneoencefálico y los pacientes de trauma con otro de lesiones corporales.

Sólo 39 de los pacientes con traumatismos volvieron para continuar con su seguimiento. Los movimientos oculares anormales en estos pacientes mejoraron con el tiempo.

La conmoción cerebral puede ser el primero de varios trastornos neurológicos para los que el seguimiento ocular sea el diagnóstico preferente“, escriben los autores. “Otros trastornos candidatos incluyen hidrocefalia, hipertensión intracraneal, hidrocefalia de presión normal y las enfermedades neurodegenerativas“.
..Amaya Lujambio

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