Supervivientes de cáncer de mama tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides

Los supervivientes de cáncer de mama tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides primaria en comparación con la población en general, según sugiere un nuevo análisis de una bases de datos.

Los hallazgos fueron presentados el 7 de marzoen la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología, ENDO 2015, por Jennifer Hong Kuo, doctora en Medicina y profesor asistente de cirugía en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Las cifras, obtenidas a partir de la base de datos del National Cancer Institute’s Surveillance, Epidemiology, and End Results 9 (SEER), también sugirieron que los supervivientes de cáncer de mama que desarrollan cáncer de tiroides son más jóvenes y tienen cánceres de mama más pequeños pero más agresivos. Por otra parte, el hecho de que el riesgo sea mayor no se explica del todo ni por el aumento de exposición a la radiación ni por un seguimiento más de cerca de las mujeres con cáncer de mama, aunque ambos desempeñan un papel fundamental, dijo la Dra. Kuo en una rueda de prensa celebrada durante la reunión.

La implicación clínica que surge de esto es que en el cribado del cáncer de tiroides se debe considerar a los supervivientes de cáncer de mama, según se explicó.

Por supuesto no estoy asegurando que todos los pacientes de cáncer de mama deban hacerse revisiones con ultrasonido cada año, pero creo que … si ves a un superviviente de cáncer de mama que tiene un nódulo, lo que surge es tratar de alertar de que hay un mayor riesgo de cáncer en ese nódulo que en la población en general, a pesar de que no pueden tener una historia familiar de cáncer de tiroides o hayan sido supervivientes de Chernobyl… Simplemente hay que ser conscientes de que estamos tratando con una población de pacientes que tiene ligeramente un mayor riesgo, lo que puede cambiar el enfoque clínico de ese paciente lo suficiente como para tratarlos más adecuadamente”.

Se le pidió al moderador de la sesión informativa, Jason A. Wexler, doctor en endocrinología y tiroirdes en el Washington Hospital Center, comentar dichos hallazgos y dijo que cree “que se pone de relieve que para muchos de nuestros pacientes con cáncer, hay que hacer consideraciones importantes para los cánceres secundarios que se producen con el tiempo, y este estudio pone de relieve el riesgo de cáncer de tiroides“.

Sin embargo, añadió, “como un endocrinólogo, no sé cómo me acercaría a un paciente que ha padecido cáncer de mama de manera diferente si es porque un médico oncólogo me lo envía pidiendo pruebas de detección de cáncer de tiroides. No creo que estemos ya en ese punto, basándonos en los datos del estudio, pero creo que es una forma de identificar a estos pacientes y saber que exigen un seguimiento cuidadoso, incluso más allá del tratamiento y la resolución de la malignidad primaria“.

Pacientes más jóvenes, cánceres más pequeños y más agresivos
Entre 1973 y 2011, se identificaron un total de 707.678 mujeres con cáncer de mama y 52.939 mujeres con cáncer de tiroides en la base de datos de SEER, que abarca aproximadamente el 9% de la población estadounidense. De ellos, 1.526 habían sido diagnosticados con cáncer de tiroides después de haber tenido cáncer de mama, 704.405 habían tenido únicamente cáncer de mama, y 49.663 sólo tenía cáncer de tiroides, los 1.750 pacientes que desarrollaron cáncer de mama después del cáncer de tiroides se excluyeron del análisis actual.

El riesgo a 10 años de desarrollar cáncer de tiroides fue de 16,0% para los supervivientes del cáncer de mama que fueron diagnosticados con 40 años, en comparación con sólo el 0,33% en la población general de esa edad y el 12,0% frente a 0,35% con 50 años. Las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama de entre 60 y 70 años no tiene un mayor riesgo de cáncer de tiroides.

En comparación con los supervivientes del cáncer de mama que no desarrollaron cáncer de tiroides, los que lo hacían eran más jóvenes (54 vs 61 años, p <0,001), tenían tumores mamarios más grandes (18 mm frente a 15 mm, P = 0,001), y eran más propensos a tener carcinoma ductal invasivo (7,6% frente a 5,5%, P = 0,002). En comparación con los pacientes de cáncer de tiroides que no habían padecido cáncer de mama, los que tenían tumores más pequeños (11,0 mm vs 13,0 mm, P = 0,004) y tenían menos probabilidades de tener un tratamiento de yodo radioactivo recibido (37% vs 45,5%, P <0,001). En los cánceres de tiroides que desarrollaron las mujeres que antes habían padecido cáncer de mama, también hubo un mayor porcentaje de la variante de células altas del carcinoma papilar de tiroides, cáncer de tiroides folicular oxifílico y cánceres anaplásicos. Entre los supervivientes del cáncer de mama que desarrollaron cáncer de tiroides, y habían recibido radioterapia adyuvante - 48% de las personas con cánceres duales vs 44% del grupo con cáncer de mama sólo (P = 0,021) - sin embargo esto no fue un predictor independiente del segunda cáncer primario, según la Dra Kuo. "Están asociados, pero no está claro si existe una relación de causalidad entre el cáncer de mama y el desarrollo de cáncer de tiroides. Creo que esa es la pregunta clave que hay que responder“.

En cuanto a las diferencias histológicas en los tumores de tiroides entre los que hicieron y los que no tienen cáncer de mama, dijo, “las relaciones de riesgo eran bastante pequeñas. Me pregunto si eso es un hallazgo falso o real, pero es preocupante si se trata de un hallazgo reproducible que estos pacientes tengan variantes más agresivas“.

El objetivo durante mucho tiempo fue tratar los cánceres primarios. Ahora que ya estamos en un buen nivel de tratamiento de los cánceres primarios, estamos comprendiendo que estos pacientes desarrollan segundos cánceres. Es un fenómeno que se acaba de reconocer, y estamos tratando de entenderlo mejor“.
..Amaya Lujambio

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