El abordaje de la sepsis podría inspirarse en el que se plantea con el cáncer: por un lado, al igual que se individualiza el tratamiento en el enfermo oncológico, los pacientes con sepsis se presentan de formas diferentes y los tratamientos deben ajustarse a esa variabilidad. Por otro, las últimas investigaciones indagan en procesos moleculares sobre los que actuar con estrategias parecidas: anticuerpos monoclonales, inmunoterapia e incluso sistemas nanotecnológicos, con los que erradicar las problemáticas endotoxinas del torrente sanguíneo. Todo ello para romper con el suelo de la mortalidad por sepsis, que en los casos más graves, el choque séptico, no baja de un 22 por ciento. Es la cifra alcanzada por el grupo de la Universidad de Monash en una serie publicada en JAMA el año pasado. Y es también la lograda, siempre en choque séptico, por la Unidad Multidisciplinar de Sepsis que coordina Marcio Borges en el Hospital Son Llàtzer (Palma de Mallorca), la primera de Europa, y cuyo sistema organizativo se reproduce ahora en toda España. En sepsis grave, el grupo mallorquín ha logrado reducir la mortalidad a la mitad (ver cuadro), muy cerca de las cifras de la literatura internacional, que están entre el 8 y el 12 por ciento. (Diario Médico)