Según estimaciones de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en España, unas 600.000 personas padecen Alzheimer, la forma de demencia más frecuente en ancianos que afecta a más de 35 millones de personas en el mundo. De acuerdo a los datos manejados por la SEN, el número de afectados por esta enfermedad aumentará de forma muy considerable en las próximas décadas, hasta el punto de que en 2050, podrían existir más de 1,5 millones de personas afectadas en España. Según los últimos registros, cada año se diagnostican unos 150.000 casos de demencia, de los cuales unos 40.000 corresponderían a nuevos casos de Alzheimer en el país.
Existen una serie de factores que pueden ayudar a modificar de algún modo el inicio de la enfermedad. Algunos estudios han llegado a indicar que unos hábitos de vida saludables pueden reducir el 40% de los casos de Alzheimer. Además, la identificación en fases tempranas de la enfermedad, puede ayudar a desarrollar nuevos tratamientos.
Actualmente, para hacer un diagnóstico clínico del Alzheimer se realizan exámenes médicos, test neuropsicológicos, neuroimágenes, análisis del líquido cefalorraquídeo y análisis de sangre. Toda una serie de pruebas que, además de ser invasivas, tienen un gran coste económico.
Por ello, que se abogue más por técnicas de diagnóstico inteligente no invasivas, ya que pueden ser herramientas valiosas para la detección temprana de demencias. En este sentido, una de las técnicas no invasivas de apoyo a la detección de enfermedades relacionadas con la demencia, es en el que está trabajando actualmente el grupo de investigación multidisciplinar ELEKIN de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco).
En el estudio colaboran, entre otros, asociaciones de familiares de enfermos de Alzhéimer, Universitat de Vic, TecnoCampus Mataró (Universitat Pompeu Fabra), Center for Biomedical Technology (Madrid), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y CITA-Alzheimer, un centro de investigación y terapias avanzadas.
‘Automatic Spontaneous Speech Analysis (ASSA)’: análisis automatic del habla espontánea, y es que así se llama esta metodología que está basada en la grabación que se hace a los pacientes cuando están contando en un ambiente relajado y distendido, alguna experiencia de sus vidas.
La metodología tiene en cuenta una serie de parámetros a medir, como son las pausas que el paciente hace cuando intenta recordar una palabra que quiere decir. La técnica no altera para nada ni bloquea al paciente, ya que este no percibe la prueba como algo estresante o sentirse estudiado.
Las pruebas son realizadas tanto a personas que no han desarrollado la enfermedad, como a personas que tienen antecedentes familiares, así como con enfermos, en colaboración con los centros médicos y siempre respetando los criterios éticos y los protocolos correspondientes, tal y como explica Karmele López de Ipiña, coordinadora del grupo de investigación ELEKIN.
La relevancia de esta investigación puede poner en entredicho y hasta estigmatizar el uso de las pruebas invasivas para la detección del Alzheimer, sin embargo Ipiña destaca el hecho de que el objetivo de esta investigación no es otro que el aportar herramientas a los profesionales clínicos para que puedan hacer diagnósticos de una manera menos invasiva. “Queremos dar a los médicos herramientas para detectar elementos que a simple vista no se ven y que les puede ayudar a diagnosticar las patologías o a hacer un seguimiento ambulatorio más preciso”, explica.
A nivel internacional se está trabajando mucho en estas líneas de investigación, aunque el sistema ASSA todavía no se utiliza, debido a que se trata una técnica en desarrollo e investigación, “llegará un momento en que tengamos el sistema dispuesto para que sea utilizado regularmente para evaluar a los pacientes”, concluye Ipiña.
..Emilio Ramirez