Caminar mejora el estado de ánimo y aumenta la energía de quienes han ganado la batalla contra el cáncer

Dos estudios, uno europeo y otro estadounidense, recomiendan a los supervivientes de cáncer intentar ser físicamente activos, para reducir los efectos adversos de la quimioterapia y mejorar su calidad de vida.

El primer estudio, dirigido por Floortje Mols, Doctora en Medicina de la Universidad de Tilburg (Holanda), encontró que quienes sobreviven a un cáncer colorrectal y que hacen, al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, tienen menos síntomas de la neuropatía periférica, provocada por la quimioterapia, que quienes han pasado por lo mismo y no han realizado ningún tipo de ejercico físico.

En el segundo estudio, dirigido por Siobhan Phillips, Doctora en Medicina de la Universidad Northwestern de Chicago (EE.UU), los supervivientes de cáncer de próstata que habían caminado a un ritmos suaves durante aproximadamente 3 horas por semana, habían mejorado tanto hormonalmente como en las funciones vitales en general. La mejora fue similar a quienes caminaban sólo 90 minutos, pero a un ritmo más rápido.

Las caminatas tranquilas son buenas, a paso ligero, mejores
La Dra. Phillips y sus colegas investigan cómo las diferentes intensidades y tipos de actividad física afectan a la calidad de vida en los hombres después del tratamiento del cáncer de próstata. “Queríamos estudiar esto porque la población que sobrevive al cáncer está creciendo y ha habido grandes avances en la detección temprana y en el uso del tratamiento, pero muchos de estos tratamientos no están exentos de efectos secundarios“.

La actividad física ha demostrado ser una gran esperanza para poder ayudar a reducir algunos de estos efectos secundarios negativos del tratamiento y mejorar la calidad de vida y otros factores; el problema es que la mayoría de la gente busca la respuesta a ‘cuánto es lo mínimo que tengo que hacer’, y el mínimo es algo que todavía no sabemos, simplemente sabemos que la actividad física les ayuda“, declaró.

Los hombres que participaron en el estudio, diagnosticados con cáncer de próstata antes de 2008, informaron (en 2010) sobre cuanto tiempo, aproximadamente, camina en una semana, ya sea para ir al trabajo, o para hacer ejercicio, así como el tiempo dedicado a trotar, correr, montar en bicicleta o nadar y el ritmo habitual al que llevan a cabo estas actividades.

Los resultados, cruzados con las respuestas de los pacientes, demostraron que una mayor duración de la actividad total, y que caminar, sobre todo a paso ligero, se asocia a un mejora hormonal y de las funciones vitales, afectando también a factores como la fatiga, la depresión y el peso corporal.

Por ello es que podemos decir a nuestros pacientes que caminar a un ritmo normal, que es de 2 a 2,9 millas por hora, puede marcar una diferencia importante que ayudará a que se encuentren mejor. Debemos alentar a los supervivientes de cáncer de próstata a realizar ejercicios con intensidad moderada y a caminar durante 3-5 horas a la semana, ya que puede ayudarlos a mejorar en cuestiones de calidad de vida“, afirmó.

Hacer ejercicio durante 150 minutos o más a la semana también se asoció con significativamente con una mejoría de los aspectos emocionales, cognitivos y sociales, así como del mejoramiento de la salud en general, con menos fatiga, náuseas y vómitos, dolor, disnea, insomnio, pérdida de apetito, estreñimiento o diarrea.
..Amaya Lujambio

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