El mercado de las aplicaciones de salud es caótico. El último informe de Internet y Salud 2014, de Doctoralia, estima que hay actualmente a disposición del usuario unas 100.000, aunque tanto a nivel nacional como internacional es difícil saberlo, puesto que cualquiera puede desarrollar una app sanitaria y publicarla en una app store. Algunos profesionales se quejan, de hecho, de que no existe ningún tipo de regulación. En España solo existen algunas garantías como el aval de las sociedades científicas o el sello de App Saludable, y sin embargo quienes desarrollan estos softwares reconocen que la única revisión que se hace (y no siempre se hace) es técnica, exclusivamente. Igual ocurre con las tiendas, Apple Store y Google Store. Por eso muchos profesionales sanitarios llevan tiempo exigiendo una regulación en materia de mHealth o salud móvil. Por eso, y porque las apps de salud pueden conllevar varios riesgos. Uno, el de la vulnerabilidad de los datos porque, aunque en España aún no hay ninguna autoridad concernida con este tema, en Estados Unidos el último informe de la Comisión Federal del Comercio descubrió cuáles eran los negocios “ocultos” de algunas apps de salud, que comercian con los datos para aseguradoras y agencias de marketing. (Con Salud)