El cáncer de ovario es el cuarto tumor ginecológico más frecuente. Su mortalidad es elevada, ya que entre el 70% y el 80% de las pacientes se diagnostica en fases muy avanzadas. Su causa sigue sin conocerse y tan sólo entre el 5% y el 10% por ciento son hereditarios. Hay varios genes implicados, pero los más conocidos son el BRCA1 y el BRCA2, que también se asocian a cáncer de mama. Con un diagnóstico precoz, la supervivencia es mayor, pero no hay ningún programa de cribado para la detección temprana o método validado, según el doctor Jesús Molero Vilches, especialista en Cirugía Ginecológica del Hospital Nuestra Señora del Rosario. Para el cáncer de mama, por ejemplo, sí, ya que está la mamografía; para el de colon la prueba de sangre en heces y para el de cuello de útero la citología anual. Pero no existe para el cáncer de ovario y por eso, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, recuerdan los signos clave y factores de riesgo para estar alerta. Éstos son: hinchazón del abdomen, sensación de saciedad aunque no se haya comido mucha cantidad, molestias en la pelvis, cambios en el hábito intestinal, variaciones inexplicables de peso, urgencia urinaria y ganas de orinar con frecuencia. (Con Salud)