Frente al hospital de la Paz Pablo Iglesias ha comenzado la campaña electoral presentando el programa de Sanidad de Podemos para la Comunidad de Madrid. Ha acusado a “los que privatizan la Sanidad y externalizan servicios” de ser “sinvergüenzas y ladrones“.
A favor de la Sanidad Pública como modo fundamental de llegar al Gobierno de la Comunidad, Iglesias ha repetido que “la corrupción no es solamente que haya un montón de sinvergüenzas que meten la mano en la caja. El que haya camas de hospital en pasillos, y que haya corrupción en nuestras instituciones son dos caras de la misma moneda“.
La mayor parte de los asistentes a este inicio de campaña estaba formado por trabajadores de La Paz que se acercaron a escuchar a Iglesias y al candidato a la Comunidad que le acompañaba, José Manuel López, que ha asegurado que no hará más privatizaciones y que acabará con las derivaciones de la privada a la pública.
Entre los datos que no han dado Iglesias y López en este acto han sido el ahorro que supone para la Sanidad Pública las derivaciones de ciertas operaciones o pruebas a centros concertados, como una intervención para solucionar una meniscopatia, que tiene un coste que no supera los 2500 euros en una clínica privada con apenas unos días de espera, mientras que en un hospital público supera los 10.000 y seis meses de espera. Tampoco ha mencionado que eliminar esas derivaciones supone la pérdida de miles de puestos de trabajo para médicos, enfermeros y personal administrativo.
Desprecio por la Justicia
Estas “soflamas” populistas han venido justo unos pocos días después de que el Tribunal Constitucional (TC) declarara que la gestión indirecta del servicio por personas privadas “no afecta al conjunto de mecanismos de cobertura propios de un sistema de Seguridad Social sino exclusivamente a los relativos a la acción protectora en materia de sanidad“. Además, los propios magistrados del Pleno del TC explicaron que, con la gestión indirecta, las prestaciones a las que tienen derecho los ciudadanos siguen quedando “en manos de los poderes públicos, porque asumir la gestión de un servicio público no es una privatización. En España hay decenas de hospitales que funcionan con este modelo, tanto en comunidades gobernadas por el Partido Popular como por el Partido Socialista“.
..Alfonso González
