El baremo de daños sanitarios específico sigue su evolución y continúa apurando etapas antes de convertirse en una realidad antes de que finalice la legislatura. El proyecto de ley que reformará el sistema de valoración de daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de tráfico lleva paso firme tras su paso por el Consejo de Ministros y está a falta de que se concreten las enmiendas al proyecto, cuyo último plazo expira el 26 de mayo. Cobra fuerza que sea el Senado el que finalmente incluya el baremo de daños sanitarios que se encargará de complementar al que de momento ha servido de guía para los tribunales a la hora de fijar indemnizaciones, también en el ámbito sanitario. Se trata de una necesidad para determinar cuál debe ser la restitución del daño derivado de un acto sanitario concreto. Se va a convertir en una medida que establecerá criterios de igualdad basados en aspectos técnicos y científicos, a partir de unas escalas pensadas para cada patología, que recogerán una puntuación en función de la gravedad y las secuelas. Entre los beneficios que supondrá destacan dos aspectos sobre el resto. El primero es que habrá un descenso de la litigiosidad y mayor rapidez en la solución de los problemas indemnizatorios. (Redacción Médica)