A falta de cuatro días para que se celebren las elecciones municipales y autonómicas, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) ha escrito una carta dirigida a los futuros dirigentes autonómicos en la que ponen de manifiesto “una situación” que les “parece preocupante”, y que “como posibles futuros gobernantes de su Comunidad Autónoma deberían saber y tener en consideración”.
Todo el mundo sabe que la formación de un médico para que pueda ejercer como especialista consta de dos etapas. En primer lugar, los 6 años de formación universitaria que corresponden al grado en Medicina. Una vez que se concluye la carrera, se expide el título de Médico, pero aún, “no está capacitado para ejercer en el Sistema Nacional de Salud (SNS)”. La segunda etapa que, corresponde a la formación sanitaria especializada, para entrar en esta es necesario prepararse la prueba MIR, elegir una plaza entre las 47 especialidades que se ofertan, y en función de la plaza que se ha escogido, estar entre 4 o 6 años formándose como especialista.
Ambas etapas son imprescindibles para que un médico esté capacitado para poder ejercer en el SNS. Huelga decir que si un estudiante por las razones que sea se queda en la primera etapa y no consigue llegar a la segunda, no se exagera al decir que “es prácticamente como si no hubiera empezado la primera”, lo cual, añade el CEEM, “supone una enorme pérdida de recursos tratándose de una inversión que no se verá amortizada”.
El CEEM argumenta una realidad que desde hace tiempo está presente, pero que a día de hoy se queda en “agua de borrajas” cuando llega a las altas esferas políticas, y es que piden el compromiso a los futuros responsables de gobierno de cada Comunidad Autonómica, a que no se abran más Facultades de Medicina. Y es que desde el año 2008 hasta hoy, en España se han abierto 12 nuevas Facultades de Medicina que, hace que actualmente haya un total de 40. Además, el CEEM apunta como hay 10 facultades en distintas CCAA que pretender abrir sus estudios en Medicina, algo que de ocurrir, “agravaría aún más la problemática que estamos exponiendo”.
Esto supondrá, como explica el Consejo, “que cuando todas confluyan a la prueba de acceso al MIR, hecho que sucederá en los próximos 2 años”, en España, “habrá más de 7.000 estudiantes para cerca de 5.000 plazas MIR”, además de médicos españoles recirculantes que se vuelven a presentar al examen, y médicos de otros países que quieren especializarse en nuestro país. De producirse esto, “como mínimo, 1.000 estudiantes quedarán en el limbo” y por tanto perderán la oportunidad de terminar su formación, lo que hará que estén obligados a marcharse al extranjero si quieren especializarse y trabajar por lo que tanto han luchado, ser médico.
Para el Estado, el CEEM argumenta que todo esto supone una pérdida económica, y es que la formación de un médico, entre el capital invertido en la Facultad de Medicina y las prácticas hospitalarias durante el MIR, supone una inversión de alrededor de unos 200.000 euros. “Esto, por 1.000 estudiantes, supone 200 millones de euros de pérdidas cada año”, y lo que es peor, “cada año habrá 1.000 médicos que ni si quieran tendrán la posibilidad de estar en paro, ya que no terminarán de estar formados para trabajar y optar a un puesto de empleo”, una situación que hará que tengan que “marcharse al extranjero para poder terminar de formarse”.
Para corroborar más esta realidad, el CEEM hace alusión a la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es que esta recomienda que haya un estudiante de Medicina por cada 100.000 habitantes, y una Facultad de Medicina por cada 200.000 habitantes, proporción que en España es de 1,7, casi el doble. “El principal problema de todo esto es la pérdida de los recursos invertidos”, apuntan.
Tanto la Organización Médica Colegial, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España y la Confederación Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, unidas en el Foro de la Profesión Médica de España, apoyan todas estas reivindicaciones del CEEM.
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