Un fármaco experimental de la farmacéutica Corbus Pharmaceuticals Holdings Inc para la fibrosis quística podría ser una verdadera mina de oro y plantean un desafío para rivalizar con el éxito del tratamiento Kalydeco, de la farmacéutica Vertex Pharmaceuticals Inc.
El pasado abril, Corbus, una pequeña compañía biofarmacéutica, recibió 5 millones de dólares de la Fundación de Fibrosis Quística para desarrollar el medicamento (Resunab), y espera comenzar un estudio a mediados de este trimestre.
La compañía espera que con el Resunab se pueda tratar a todo paciente que sufra dicha enfermedad, en comparación con Kalydeco, que solo puede tratar a una reducida parte de los pacientes. Actualmente la enfermedad afecta a unas 70.000 personas en todo el mundo.
Con Kalydeco se tratan ciertas mutaciones genéticas subyacentes de la fibrosis quística (FQ), mientras con el Resunab se tiene como objetivo poder gestionar las inflamaciones que produce la enfermedad.”No queremos enforcarnos en un subgrupo particular de pacientes como hace Vertex“, dijo el presidente ejecutivo Yuval Cohen.
El medicamento Kalydeco tuvo una rápida aprobación en 2012 por parte de la Food and Drug Administration en Estados Unidos, tras seis años de estudios y ensayos por parte de la compañía. Por el momento Kalydeco está siendo probado en combinación con otros medicamentos para expandir su uso. En 2014 tuvo unas ventas de alrededor de 464 millones dólares.
Resunab, por su parte, podría generar más de 2 mil millones de dólares en ventas en Estados Unidos tratando a pacientes con FQ, según afirmó el analista Jason Napodano de Zacks Investment Research. Aún así, Corbus se enfrenta a un largo camino por recorrer.
Por otro lado, Resunab también se está probando para tratar la esclerodermia, una enfermedad inflamatoria de la piel. La aprobación del Resunab como tratamiento para la esclerodermia podría añadir otros 2 mil millones de dólares en ventas, según Napodano.
..Amaya Lujambio
