Dice la leyenda que cuando te pica el “bichito del amor” los ojos se te nublan hasta el punto de ver lo que no hay y de hacer locuras, totalmente irreflexivas y carentes de lógica, para satisfacer el impulso de estar con la persona amada.
En esos casos la forma de actuar se vuelve instintiva, sin pensar en los actos que se hacen y sin miedo a las consecuencias que estos puedan tener para el futuro. Esta forma de actuar tan propia de los adolescentes enamorados puede acabar siendo realmente cómica, muy cómica, incluso ridícula a los ojos de un adulto con una mínima responsabilidad.
“Blanco y en botella”, lo que debe estar pasándole a Sonia López Arrribas es que debe estar enamorada, pero muy enamorada, enamoradísima. La “penúltima” idea irreflexiva ha sido celebrar un pleno de la Junta Directiva soló ella, poner unos votos particulares, luego registrarlo y finalmente hacerlo público a través de sus amigos que son los únicos que están dispuestos a “jalearla”. Al fin y al cabo solo López Arribas pone en riesgo su futuro profesional como médico, en el ejército y como representante en instituciones públicas.
Ahora Sonia López Arribas, todavía presidenta del Colegio de Médicos de Madrid, quiere saltarse la más sencilla realidad de los que viven en la legalidad, como la típica enamorada que le pide que le regale la luna. Ahora quiere convocar ella sola una Asamblea de Compromisarios, como si la sanidad estuviera en un momento para despilfarrar el tiempo y los recursos de los médicos por los “sueños de una enamorada”, luego quiere cambiar el presupuesto en mitad del ejercicio, con la misma responsabilidad de los jugadores de “monopoly”, sin conocer los ingresos, sin conocer los gastos, dando por supuesto lo que quiere el colectivo al que no ha preguntado nada. Por último López Arribas desprecia la voluntad de los compromisarios, nuevos amigos en muchos casos, que en diciembre dejaron definido un presupuesto tal como marcan los estatutos, sin darse cuenta que son cosas que no se pueden hacer a mitad del ejercicio.
Poco aprecio al Colegio y a los médicos parece tener la actual presidenta del Colegio de Madrid, que incluso votó en contra de poner en marcha el teléfono 24 horas para prevenir las agresiones. Tampoco quiere aprobar unas obras que son necesarias para no cerrar las instalaciones, por ejemplo.
De nuevo la Junta Directiva tendrá que hacer de padre de una adolescente enamorada y corregir los errores de quien no parece haber pensado muy bien lo que hace.
Tal lío solo puede ser por la picadura del “bichito del amor”
..Alfonso González