Los avances en investigación auguran un cambio importante en la evolución de los pacientes con diabetes

La innovación farmacológica en diabetes ha evolucionado de forma importante en los últimos años, ofreciendo al profesional sanitario una flexibilidad terapéutica con la que no contaba hasta la fecha. Las nuevas moléculas descubiertas, muchas complementarias, son una oportunidad para aplicar nuevas perspectivas en la práctica clínica ya que han demostrado mejorar tanto el control glucémico del paciente como otras comorbilidades asociadas, como hipoglucemias o sobrepeso. La optimización o la individualización del tratamiento según las circunstancias y características de cada paciente son claves para mejorar el manejo de la diabetes.

Así lo han constatado los expertos reunidos en la mesa/simposio Inovación en el tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2): el arte de la individualización, el tratamiento oral que mejor se adapta a cada paciente, patrocinada por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en diabetes, que se ha celebrado en el marco del 57 Congreso anual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Optimización e individualización del tratamiento
Dos de los conceptos clave que se han abordado en el encuentro han sido la optimización y la individualización del tratamiento. Por un lado, la optimización terapéutica está enfocada a conseguir el mejor nivel de control glucémico y de otros factores de riesgo, como son la obesidad, la hipertensión o la hiperlipemia, entre otros. “Estos factores de riesgo influyen en la calidad y la expectativa de vida de los pacientes con DM2. Por consiguiente, optimizar no solo implica mejorar el control de la glucosa, sino también actuar sobre otros factores de riesgo cardiovascular”, explica el Dr. Javier Salvador, Director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra y moderador de la mesa.

Por otro lado, “características clínicas como edad, obesidad, fragilidad, función renal, comorbilidades asociadas y dependencia, entre otras, hacen imprescindible adaptar el plan terapéutico a cada individuo”, asegura el experto. En este sentido, “la individualización resulta clave para obtener el mejor rendimiento y promover la adherencia terapéutica. Solo así podremos obtener las máximas garantías de que el tratamiento sea eficaz a largo plazo”.

Los expertos reunidos en la mesa han subrayado los avances en la investigación de la fisiopatología de la enfermedad, ya que están abriendo continuamente nuevas perspectivas terapéuticas, tanto en el terreno de los antidiabéticos orales como inyectables. Este hecho “augura un cambio importante en la evolución de los pacientes con diabetes, que van a ser tratados de una forma individualizada acorde a sus características clínicas y personales”, afirma el endocrinólogo.

Innovación terapéutica
En este sentido, el experto ha subrayado la existencia de nuevas moléculas que actúan sobre diferentes factores implicados en el desarrollo de la hiperglucemia, las cuales se caracterizan por “mostrar un perfil de acción de gran interés, sin inducir hipoglucemia ni aumento de peso, dos auténticas barreras para la optimización del control metabólico”.

Además, las nuevas opciones también permiten combinar diferentes medicamentos, algo a tener en cuenta dado el carácter multifactorial de la diabetes tipo 2: “la complementariedad de mecanismos posibilitará la obtención de objetivos compuestos, como son el control de la obesidad y la hipertensión sin riesgo de hipoglucemia, contribuyendo prevenir las complicaciones vasculares”. El doctor se refiere a nuevas formulaciones como iSGLT-2 e iDPP4 y, más específicamente, a los fármacos empagliflozina y linagliptina respectivamente. Esta última se encuentra disponible en combinación con metformina. “Estas formulaciones proporcionan comodidad, flexibilidad y mayor posibilidad de adherencia terapéutica. Adicionalmente, su perfil de tolerancia es muy satisfactorio y pueden emplearse en la práctica totalidad del algoritmo terapéutico de la DM2”.

En el caso concreto de linagliptina (iDPP4), sus características permiten su uso en cualquier estadio de función renal o hepática, lo que representa una ventaja notable en el tratamiento de los pacientes con diabetes. Su combinación con metformina ofrece gran comodidad manteniendo la eficacia de la administración de ambos fármacos por separado y favoreciendo la adherencia al tratamiento. Por otra parte, empagliflozina (iSGLT-2) ofrece un efecto reductor de peso corporal y de las cifras de presión arterial, por lo que su indicación es de especial interés en pacientes con diabetes obesos, sean o no hipertensos”, concluye el Dr. Javier Salvador.

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