Ante la futura aprobación del real decreto de unidades de gestión clínica, del que ya el Ministerio de Sanidad ha publicado un borrador que incluye la posibilidad de crearlas en atención primaria , el 35º Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), clausurado el sábado en Gijón, acogió la mesa redonda Gestión clínica en AP: de la teoría a la práctica, en la que profesionales de Asturias, Andalucía y Cataluña compartieron la experiencia de sus comunidades. La principal conclusión fue que una de las claves para que el modelo tenga éxito en el primer nivel será que los incentivos estén ligados a unos objetivos consensuados con los profesionales, adecuándose a la realidad asistencial. Carlos Galindo, coordinador de la Unidad de Gestión Clínica de Luanco, en Asturias, una de las primeras que arrancaron en la comunidad en 2009, defendió la utilidad de los incentivos para el modelo, tanto económicos como no económicos, si bien considera “una relación perversa” el hecho de que en el modelo asturiano los primeros dependan del ahorro que previamente tienen que haber generado los profesionales. “Defiendo los incentivos económicos pero establecidos previamente en el presupuesto, no que dependan de lo que los profesionales dejen de gastar”. (Diario Médico)