Casi 15 millones de nuevos casos de cáncer en todo el mundo en 2013

El Informe de Salud de 2013 sobre indicadores de la OECD aporta una valiosa información sobre las datos de mortalidad por cáncer que se han dado entre los años 1990 y 2011 y en particular en España, comentando que en nuestro país se ha producido un descenso por esta causa del 13% con lo que se encontraría en la media de países de la OECD, muy inferior a otros países europeos o los Estados Unidos. A pesar de ello, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo; en 2012 hubo unos 14 millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes relacionadas. El último estudio sobre el efecto en el mundo indica y analiza diversas cuestiones, la primera de ellas es que se han dado 14,9 millones de nuevos casos en el mundo durante 2013, previéndose que el número de nuevos casos por esta vía aumente en aproximadamente un 70% en los próximos 20 años.

En 2012, los cánceres diagnosticados con más frecuencia en el hombre fueron los de pulmón, próstata, colon y recto, estómago e hígado, mientras que en la mujer fueron los de mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago. Aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos; índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y de alcohol.

El consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante porque causa más del 20% de las muertes mundiales por cáncer, donde alrededor del 70% de ellas, mundialmente hablando, proceden del cáncer de pulmón.

Los cánceres causados por infecciones víricas, tales como las infecciones por virus causado por las hepatitis B (VHB) y C (VHC) o por papilomavirus humanos (PVH), son responsables de hasta un 20% de las muertes por cáncer en los países de ingresos bajos y medios.

Más del 60% de los nuevos casos anuales totales del mundo se producen en África, Asia, América Central y Sudamérica. Estas regiones representan el 70% de las muertes por cáncer en el mundo.

Se prevé que los casos anuales de cáncer pasarán de 14 millones en 2012 a 22 en las próximas dos décadas.

El año 2013 reflejó la siguiente información sobre datos generales en estos aspectos:

  • Según las diversas investigaciones que continuamente se realizan en este campo, los hombres tienen más probabilidades de padecer cáncer entre el nacimiento y los 79 años, con uno de cada tres y una de cada cinco mujeres.
  • Los cánceres de tráquea, bronquios y pulmón fueron los más mortíferos tanto entre los hombres como entre las mujeres, con 1,6 millones de fallecimientos.
  • El cáncer de mama fue la principal causa de la pérdida de años de vida entre las mujeres, con 3,1 millones de muertes, mientras que entre los hombres lo fue el cáncer de pulmón, que junto al de tráquea y bronquios causó 1,6 millones de decesos.
  • Hubo 1,6 millones de nuevos casos de cánceres de colon y recto en el mundo y 771.000 muertes.
  • Se registraron 1,4 millones de nuevos casos de cáncer de próstata y 293.000 muertes, así como 984.000 casos de cáncer de estómago con 841.000 muertes.

La dieta mediterránea tradicional y el cáncer
Un estudio realizado por la Universidad de Medicina de Atenas, entre otros interesantes aspectos, ha llegado a la conclusión de que el seguir una dieta mediterránea tradicional puede prevenir la aparición de cáncer colorectal hasta en un 25%, el cáncer de pecho en un 15% y de próstata, páncreas y útero en un 10%. Una vez más la “Dieta mediterránea” se muestra como protectora de enfermedades crónicas. El riesgo de dar a luz a un niño con espina bífida se redujo un 70% en las mujeres con alto grado de utilización de la dieta mediterránea tradicional.

La ingesta de pescado, verduras, frutas y legumbres tiene también un papel protector en este tumor. Su efecto es más importante en los tumores triple-negativos, más agresivos y complejos

En el estudio que ha llegado a estas conclusiones han participado los servicios de Oncología de 23 hospitales españoles

En los últimos años, han sido varios los estudios, con sello español, que han vinculado la dieta mediterránea con una mejor salud cardiovascular. El protagonismo del aceite de oliva o de los frutos secos aportan las grasas buenas que contribuyen a que nuestras arterias se mantengan jóvenes y limpias de residuos que obstruyan la circulación. Ahora los beneficios observados en los problemas cardiacos parecen que también podrían estar presentes en el cáncer de mama, según los resultados del estudio EpiGEICAM, que acaba de ser presentado en Madrid, la dieta mediterránea está asociada con una reducción del 30% del riesgo de sufrir un tumor de este tipo.

En España, cada año unas 26.000 mujeres se ven afectadas por un cáncer de mama, tumor que cada vez aparece en un número mayor de personas, con un incremento anual que está entre el 0,7% y el 1,6%. La prevención es el objetivo principal de médicos e investigadores, aunque un tratamiento eficaz frente a los diferentes estadios del cáncer es el más deseado por pacientes y familiares.

Marina Pollán, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III y una de las principales autoras de este estudio, ha señalado en la rueda de prensa que se realizó con motivo de su presentación que, según los resultados de este análisis epidemiológico del cáncer de mama, el efecto de la dieta en este tipo de tumores es muy importante. La investigación, publicada en la revista British Journal of Cancer, que ha sido financiada por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y promovida por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) -un grupo de referencia formado por oncólogos de toda España-, ha analizado los datos de unas 2.000 españolas.

En concreto, el trabajo -en el que han participado 23 centros hospitalarios españoles- ha evaluado a través de cuestionarios realizados a 1.017 mujeres sanas y 1.017 mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama, la dieta que estas participantes habían tenido durante los cinco años previos al estudio. Así, tras analizar las respuestas de cada una de ellas, los investigadores pudieron establecer tres tipos de patrones dietéticos:

  1. Dieta ‘occidental’: caracterizada por un alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces, bebidas calóricas y bajo consumo de cereales.
  2. Dieta ‘prudente’: constituida por alimentos bajos en grasas, frutas, verduras y zumos.
  3. Dieta ‘mediterránea’: la formada por una elevada ingesta de pescado, verduras, frutas, legumbres, patatas, aceite y bajo consumo de zumos y bebidas calóricas.

Lo que vimos fue que el patrón de dieta ‘occidental’ estaba asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama, sobre todo en mujeres premenopáusicas. En cambio, la dieta mediterránea ofrecía un efecto protector, al asociarse con una reducción del riesgo de este tumor del 30%. Esa protección era más importante para los tumores triple negativos, los más graves. Este es el primer estudio que demuestra una asociación entre dieta mediterránea y su protección frente a tumores de mama triple negativo, que generalmente son los más agresivos“, ha explicado Marina Pollán.

Uno de los datos más sorprendentes del trabajo fue que la dieta denominada ‘prudente’, caracterizada por su contenido bajo en grasas, no ha sido vinculada con un menor riesgo de cáncer -tampoco con más probabilidad-. “Evitar las grasas ‘per se’ no es un factor determinante del riesgo. No todas las grasas son malas, las peores -las grasas trans- están presentes, sobre todo, en la bollería y tienen un efecto pernicioso. Pero el aceite de oliva es una grasa buena, quizás eso es lo que ha influido en estos resultados“, aclara Pollán.

Para Miguel Martín, presidente de Geicam, estos resultados son una prueba más de que “hay formas de evitar el cáncer de mama”.
..Lola Granada

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en