Un jurado del condado de Fairfax, Virginia (Estados Unidos) ha ordenado a una anestesista y a la clínica en la que trabaja a pagar a un paciente una indemnización de casi 450.000 euros por burlarse de él en el quirófano momentos previos a la colonoscopia a la que fue sometido.
Y es que en información que recoge The Washington Post, el paciente, que es un hombre de Virginia, cuando estaba en la sala de operaciones para que le realizaran la colonoscopia, grabó con su smartphone el sonido ambiente pensando que los médicos le darían instrucciones tras la intervención y él estaría muy sedado para comprenderlas.
Sin embargo, una vez realizada la colonoscopia, al escuchar lo que había grabado, su sorpresa fue mayúscula al comprobar que instrucciones, precisamente no fue lo que le habían dado, sino insultos, burlas y comentarios despectivos y humillantes mientras le hacían la colonoscopia.
En concreto, la demanda especifica que la grabación realizada por el smartphone del paciente captó a la anestesista de 42 años Tiffany M. Ingham burlándose de la cantidad de anestesia necesaria para sedar al paciente y de realizar comentarios ofensivos sobre un sarpullido en el pene que tenía. En ese cúmulo de burlas, en relación al sarpullido, uno de los médicos presentes llegó a decir “mientras no sea ébola, todo OK”.
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