Una empresa española desarrolla un sistema informático que imprime en 3D reproducciones exactas de órganos y huesos

La empresa catalana 3D Biomedics ha desarrollado un sistema informático que imprime en 3D reproducciones exactas de órganos y huesos de personas o animales a partir de la imagen de una tomografía axial computarizada (TAC) o de una resonancia magnética, lo que facilita el trabajo previo de un cirujano.

Según la experta en Health 2.0 e investigadora Djamila Olivier, el cirujano trabaja mejor con una reproducción fiel que con un modelo virtual, y además, este sistema informático para los estudiantes les puede permitir sustituir estas figuras por el uso actual de cadáveres. “De momento trabajamos con traumatología, ortopedia, cardiología, maxilofacial y cirugía plástica”, indica.

En España, por el momento, la impresión en tres dimensiones adaptada a la medicina es un sistema que está empezando a ver la luz, y es que como considera Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), esta tecnología “es extremadamente prometedora”, aunque matiza que en países como en el caso de España, “aún estamos en una fase inicial”.

A nivel mundial ya son varios y relevantes los casos de creación de órganos, tejidos y prótesis realizados con la tecnología de las impresoras 3D que constituye una herramienta de enorme utilidad para la comunidad médica. En marzo del pasado año, una paciente en el Hospital Universitario de Utrecht (Holanda), se convertía en la primera persona del mundo que recibía una prótesis completa de cráneo elaborada gracias a una impresora en 3D y compatible con su organismo.

En agosto del pasado año, en el Hospital de la Universidad Zhejiang (en Hangzhou, China), un paciente de 21 años que presentaba un tipo de tumor extremadamente raro en su columna vertebral que le afectaba a dos de sus vértebras torácicas casi por completo, se le pudo implantar una prótesis a medida que, diseñada en laboratorio, se hizo a partir de una impresora láser de tercera dimensión.

El último ejemplo de cómo la impresión en 3D es adaptada a la medicina, y por ende es una herramienta de enorme utilidad para la comunidad médica, se ha dado en tres pequeños, Kaiba, Garret e Ian, que cuando apenas juntaban dos años de edad entre los tres, una impresora les salvó la vida.

Los tres pequeños nacieron con una rara y grave anomalía en los bronquios (traqueobroncomalacia), que cada vez que respiran se les cierra. Sus escasos meses de vida los pasaron en una unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, tres años después, los niños ya están en casa gracias a una férula impresa que creció con ellos hasta que sus pequeños bronquios fueron lo bastante fuertes como para que el implante por si solo se disolviera por completo. Lo que hicieron los investigadores fue escanear su tráquea para tener una imagen en tres dimensiones del problema. Con esa información pudieron diseñar la férula con las dimensiones necesarias para su caso concreto y mantener abierta su defectuosa vía respiratoria.

Estas prótesis para vías respiratorias cambian de forma con el tiempo, lo que los investigadores han llamado una cuarta dimensión que, es crucial para niños en crecimiento, ya que los implantes primero crecen para que, posteriormente cuando ya no son necesarios, se disuelven sin ocasionar ningún daño. “Es un concepto que hubiera sido inconcebible hace no muchos años”, afirma el doctor Green, líder de la investigación, y otorrinolaringólogo pediatra de la Universidad de Michigan en Estados Unidos.

Por ahora ya han intentado crear huesos artificiales a la medida, orejas y modelos de corazones hipertróficos para que los cirujanos puedan practicar una cirugía antes de abrir a un paciente. Algunos científicos incluso intentan imprimir órganos con una mezcla de células humanas y un armazón biodegradable. Sin embargo ese trabajo, a día de hoy requiere de muchos más años más de investigación. Quién sabe si por entonces se hablará ya de una quinta dimensión.
..Emilio Ramirez

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