La Comisión de Deontología del COMB ha debatido en profundidad la polémica sobre las vacunas sistemáticas que se ha desencadenado a raíz del caso de difteria en un niño no vacunado, diagnosticado en la comarca de la Garrotxa, ingresado de gravedad en un hospital de Barcelona y que finalmente ha perdido la vida. Como consecuencia de este debate, la Comisión concluye que:
1.- Lamenta que se haya dado un caso mortal de una enfermedad prevenible en un niño. Ningún ciudadano debería de enfermar por una causa evitable.
2.- La eficacia de las vacunas sistemáticas está sobradamente demostrada, así como su beneficio para la salud pública. Esta es una cuestión de evidencia científica irrefutable, no susceptible a interpretaciones alternativas de base ideológica no demostrables.
3.- Las vacunas sistemáticas son muy seguras. Los efectos secundarios frecuentes son leves (febrícula y reacción local) y los efectos secundarios más graves son excepcionales. La relación beneficio/riesgo es altamente positiva. Maximizar estos casos excepcionales y hablar de efectos secundarios a largo plazo no demostrados es desinformar y crear alarma social.
4.- No le corresponde a la Comisión debatir sobre la conveniencia o no de la obligatoriedad de la vacunación sistemática, pero recuerda que la libertad individual para tomar decisiones ha de cuestionarse cuando estas decisiones afectan a los intereses y a la salud de terceros, como sucede con la decisión de no vacunar a los hijos, que puede afectar a su propia salud – en el caso de los hijos menores de edad – y la seguridad del resto de la población.
5.- El hecho de justificar la actitud antivacunas en base a los intereses económicos que puede haber en su entorno no es un argumento que pueda, bajo ningún concepto, invalidar la científicamente demostrada eficacia de las vacunas sistemáticas. Si lo que se quiere decir con este argumento es que los médicos que recomienden estas vacunaciones – la inmensa mayoría – actúen bajo presión comercial, se está insinuando que esta inmensa mayoría de médicos son ineptos o corruptos. Esto no es sólo crear alamar social totalmente injustificada, sino que, dicho por un médico, es una vulneración de las normas de Deontología.
6.- Cabe recoerdar que el deber de los médicos, basado en la ética médica y reflejado en el Código de Deontología en diversos artículos, obliga a una lealtada hacia las personas, a utilizar todos los medios necesarios y disponibles para preservar la salud de las personas, a no utilizar procedimientos, ni prescribir medicamentos ni hacer recomendaciones, que no estén basadas en la evidencia científica o en la eficacia clínica, aunque el paciente consienta. Lo contrario sería maleficiencia.
7.- La Comisión de Deontología, Comisión asesora de la Junta de Gobierno del COMB, cree que los compañeros médicos que, públicamente o en ejercicio de la profesión, desaconsejen las vacunas sistemáticas, sin la concurrencia de contraindicación justificada, vulneran las normas del Código de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya y, por tanto, pueden ser acusados de mala praxis.