Nuevos marcadores ecográficos pueden detectar la espina bífida en el primer trimestre del embarazo

Un estudio respaldado por la división Consumer Health de Merck, división centrada en productos para el autocuidado de la salud de la compañía químico farmacéutica alemana Merck, ha evaluado que nuevos marcadores pueden detectar la espina bífida abierta del feto en una fase mucho más temprana a la actual durante la ecografía del primer trimestre (entre las semanas 11 y 13).

En la actualidad, el diagnóstico es posible, normalmente desde la semana 17 a la 23 o más tarde. Con este hallazgo que, ha sido publicado en el Journal of Ultrasound podría ayudar a diagnosticar la espina bífida durante la ecografía del primer trimestre así como a tratar los problemas emocionales y físicos derivados antes de que avance la gestación.

El estudio, titulado ‘Detección de la espina bífida en las pruebas de reconocimiento del primer trimestre: resultados del estudio prospectivo y multicéntrico de translucencia intracraneal de Berlín’, es la primera investigación a gran escala de los beneficios potenciales de las mediciones de parámetros ecográficos de la parte posterior del encéfalo en la ecografía del primer trimestre. Las mediciones ecográficas evalúan parámetros físicos determinados de los fetos.

Para poder realizar el estudio, los investigadores analizaron a más de 15.000 mujeres y 16.000 fetos durante el transcurso de la investigación. A tenor de los resultados obtenidos, según el Dr. Wolfgang Henrich, coordinador de este estudio prospectivo multicéntrico, “se demuestran el potencial que tienen los métodos de cribado no invasivos para detectar espina bífida abierta”, y es que podría detectar casos de espina bífida abierta entre las semanas 11 y 13 del embarazo.  En el estudio, el 100% de los casos de espina bífida diagnosticados se detectaron en el primer trimestre del embarazo.

¿Qué es la espina bífida?
La espina bífida, como recuerda la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (Febhi), es una malformación congénita del tubo neural que se produce en el futuro bebé cuando la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el primer mes de embarazo. Desde el momento del nacimiento lleva asociadas secuelas a nivel motor, genitourinario y neurológico, según el grado de afectación, y para toda la vida. Es la malformación congénita del tubo neural más grave compatible con la vida y la segunda causa de discapacidad física en la infancia, después de la parálisis cerebral. En todo el mundo se da en ocho de cada 10.000 embarazos, cifras idénticas a las que hay en España, de los cuales más de la mitad de ellos están afectados por espina bífida (según Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas).

Los defectos del tubo neural pueden provocar una amplia variedad de problemas neurológicos de menor o mayor importancia. Los dos defectos más comunes son la espina bífida y la anencefalia. En el caso que compete, la espina bífida, la columna vertebral del feto no llega a cerrarse del todo.  “Desafortunadamente, los defectos del tubo neural pueden provocar problemas de salud graves en los niños y su diagnóstico puede tener consecuencias emocionales y físicas importantes para las familias”, comenta el especialista de la Clínica Charité de Berlín y coordinador del estudio, Wolfgang Henrich, quien considera que este “estudio pionero ofrecerá a las futuras madres información crucial sobre la salud del feto en una etapa más temprana del embarazo”.

En esa misma línea se manifiesta el director médico de la división Consumer Health de Merck, Hans Griek, al concluir que “los resultados de esta investigación constituyen un logro potencialmente positivo para un diagnóstico más temprano, que a su vez podría favorecer el bienestar emocional y físico de la mujer”.
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