El Dr. Armando Fernández es médico y gestor. Con la experiencia de haber sido presidente de ACESIMA (Asociación de Clínicas y Entidades Sin Internamiento) en Madrid, y siéndolo actualmente a nivel nacional, puede explicar perfectamente cómo es la situación actual de las clínicas de asistencia privada, que aunque mantienen una muy buena percepción de calidad asistencial por parte de los pacientes, están sufriendo una dura persecución política. Su gran experiencia como médico y como gestor de asistencia privada le permite ser una referencia en cuanto a la colaboración entre la sanidad pública y la asistencia privada.
Varios estudios aseguran que en España hay más de 50.000 médicos ejerciendo en la asistencia privada, ¿qué instituciones buscan representarles laboral y profesionalmente?
Instituciones, como los Colegios de Médicos, son las que deben realizar dicha labor aunque, por distintas razones, en casos como el de Madrid, esto no es así.
¿Por qué no se termina de entender que la asistencia privada es un complemento de la Sanidad Pública?
Efectivamente, en la actualidad siguen existiendo colectivos reacios a entender lo que hoy en día es una realidad. La sanidad privada no es un complemento sin más de la pública sino que es un complemento de calidad. El número de hospitales, de centros ambulatorios y de profesionales que prestan servicio en la sanidad privada así lo atestiguan y esto hace que, realmente, la sanidad privada sea un complemento aprovechable de la pública.
Después de la residencia muchos médicos jóvenes solo encuentran trabajo en la asistencia privada, ¿hace bajar la calidad la incorporación de personal con menor experiencia?
No, porque la edad media de los profesionales sanitarios que ejercemos en la sanidad privada está por encima de los 50 años. Además de esto, la calidad de la formación sanitaria en España es una de las mejores del mundo con lo que los médicos jóvenes salen perfectamente preparados para ejercer una sanidad de altísima calidad.
Por su experiencia como médico y como gestor, ¿hay mayor exigencia en la asistencia privada que en la sanidad pública?
Profesionalmente no. Donde sí que hay mayor exigencia, evidentemente, es en el tema de la calidad asistencial desde el punto de vista de marketing y comercial. Mientras que a la sanidad pública acude todo el mundo porque se tiene la percepción de que es “gratis”, en la privada debemos ganarnos al paciente para que su grado de satisfacción sea lo más alto posible. Sólo así conseguiremos afianzar una cartera estable de pacientes que asegure la viabilidad del centro sanitario.
¿En qué puede ayudar a un centro sanitario, especialmente a los más pequeños, pertenecer a ACESIMA?, ¿y los médicos que trabajan en la clínicas de ACESIMA?
Como dice su acrónimo, ACESIMA es la Asociación de Clínicas y Entidades Sin Internamiento de la Comunidad de Madrid. Aunque modesta, la Asociación es la representante patronal del sector de los centros sin internamiento. De ese modo, es el interlocutor válido ante compañías de seguro sanitario, Administración Pública, tanto autonómica como estatal, etc.
Evidentemente, con respecto a los médicos que trabajan en nuestros centros, si el centro sanitario sale beneficiado de las acciones que desde la Asociación se puedan acometer, indirectamente el médico también se beneficia al trabajar en él.
En una situación tan crítica económicamente, ¿cómo puede una clínica privada sobrevivir en la situación actual?
Pues intentando potenciar las prestaciones para las compañías de seguro sanitario así como mejorando lo actual. Por otro lado, encontrando líneas de negocio totalmente privadas que complementen la actividad del centro médico.
Sobre este particular, apuntar que ACESIMA está encontrando vías de negocio que permiten encontrar el equilibrio entre una perfecta asistencia al paciente y la rentabilidad del centro.
La sanidad está siendo uno de los focos de tensión política de los últimos tiempos, ¿de verdad se puede afirmar que ha bajado el nivel de la sanidad española?
Si, ha bajado en cuanto a listas de espera en la pública. Hoy en día hay un retraso muy grande en algunas pruebas complementarias e intervenciones quirúrgicas. En consecuencia, estas esperas merman la percepción de la calidad asistencial del paciente aunque esta no se corresponde con la altísima cualificación de los profesionales.
..Alfonso González
