Las redes sociales suelen ser foco habitual de críticas, algunas avaladas incluso por investigaciones, por sus efectos perjudiciales para la salud. La adicción que generan, los desequilibrios psicológicos que causan, o los hábitos sedentarios que fomentan, son los principales argumentos de los detractores de estos sistemas de comunicación online. Si bien, las redes sociales también pueden ser beneficiosas en el sector de la salud, ayudando tanto a pacientes como a profesionales y a asociaciones de enfermos. Como comenta a Consalud.es Fernando Alonso, coordinador del grupo de Innovación Tecnológica y Sistemas de Información de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc): “Hay rechazo porque hay gente que se ha quedado en la fase anterior de las redes sociales, que era la googlelización de la salud. Eso sí era problemático. Pero las redes sociales son distintas, porque en ellas ya podemos apuntarnos a grupos y espacios donde se comparte información con cierta rigurosidad, cambiando la propuesta informativa”. (Con Salud)