Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona ha propuesto que los médicos avalen y promuevan los discursos antivacunas incumplen el código deontológico, y por tanto son susceptibles de ser sancionados y suspendidos.
Padrós ha asegurado en una entrevista a Europa Press que es una posibilidad abierta a pesar de que el Colegio de Barcelona no ha recibido quejas ni ha abierto expedientes, pero ha animado a los ciudadanos a alertar de cualquier profesional que promueva esta mala praxis que puede tener consecuencias para la vida como se ha demostrado en la polémica del niño de Olot que acabó muriendo de difteria.
Una de las funciones de los colegios de médicos es precisamente velar por el cumplimiento del código deontológico, y un apartado de calidad de la atención médica dice:
- El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente.
- No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida (…)
Sin embargo, desde la OMC, el secretario general Juan Manuel Garrote, ha anunciado el rechazo de la propuesta porque no todas las vacunas son iguales. Ha explicado que “generalizar no está bien y no debemos anatemizar a alguien por asegurar que determinada vacuna no es recomendable”.
Sin embargo, cabe recordar que en cada colegio cada comisión deontológica tiene independencia respecto a su actividad sancionadora, y para Padrós hasta ahora se ha mantenido “una relajación en materia de vacunas, algo que se debe combatir porque con este asunto no se puede jugar”.
..Alfonso González
