El Gregorio Marañón implanta un protocolo para detectar desnutrición al ingreso

La Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ha implantado con carácter general, un Protocolo de Detección Precoz de la Desnutrición en los enfermos adultos mediante un Cribado Nutricional al Ingreso, el protocolo es el “NRS 2002: Nutritional Risk Screening”. Un estudio del Marañón detecta que el 19% de los pacientes presenta riesgo nutricional previo al ingreso.

La puesta en marcha de dicho cribado ha supuesto un trabajo intenso y continuado de dos años de duración y ha sido posible gracias a la implicación de los profesionales de la Unidad de Nutrición, y al apoyo del equipo directivo del hospital. En ese trabajo hay que destacar la colaboración incondicional de todos los estamentos implicados, enfermeras, facultativos y profesionales del Servicio de Medicina Preventiva y Calidad y de la Subdirección de Sistemas de Información.

Con la implantación de este protocolo en toda la hospitalización de adultos, el Gregorio Marañón se convierte en precursor en nuestro país en la instauración de un cribado nutricional entre sus pacientes hospitalizados. Gracias a un programa informático el resultado del cribado está visible tanto en la historia clínica de Enfermería como en la documentación clínica del paciente. Además, la utilización de sistemas de alarma automáticos facilita el cumplimiento, la monitorización y el seguimiento nutricional de los pacientes.

Este cribado supone un paso fundamental en la lucha por la prevención de la desnutrición de los enfermos hospitalizados, además de ir en la línea de las directrices de la Consejería de Sanidad y de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) con respecto a este grave problema.

Especialmente en ancianos
En un estudio realizado en el Hospital Gregorio Marañón se ha comprobado que entre el 15 y 19% de los pacientes que se hospitalizan presentan riesgo nutricional previo al ingreso. El 73% de los pacientes en riesgo tenían más de 70 años. Esta situación se asocia a mayor estancia hospitalaria, mayor tasa de reingreso a los 30 días y a una mortalidad de un 5%. La desnutrición es la mayor causa prevenible de morbi-mortalidad de nuestros enfermos y supone además un incremento en el coste sanitario.

Realizar un cribado nutricional al ingreso permite, de una manera rápida y eficaz, detectar de forma precoz pacientes en riesgo nutricional y/o desnutridos, lo que implica poder instaurar también un tratamiento nutricional para revertir esta situación. Como es lógico todo este proceso supone avances en la mejora continua de la calidad asistencial dada a los enfermos y puede contribuir a disminuir el gasto en el Sistema Nacional de Salud.

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