En el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) no salen de su asombro después de haber conocido las alegaciones del doctor León Siboni, presidente de la Asociación Colegial de Médicos Acupuntores, en respuesta a la solicitud que se le había hecho para que justificara su situación de dependencia a fin de seguir recibiendo el apoyo domiciliario que se le concedió por tres meses en diciembre de 2014 y cuya prolongación se ha mantenido, aunque con menos tiempo de dedicación, al parecer (como se deduce de algunos de sus correos) gracias a la intervención de la presidenta colegial, Sonia López Arribas. Lo curioso de su alegato es lo que cuenta en uno de sus puntos después de que, el lunes 24 de agosto, hubieran cambiado el horario de la auxiliar :”Quedando fijo este horario (de 9,30 horas a 12 horas), y para mi sorpresa al día siguiente me llama la trabajadora social del Colegio y me comunica que me cambian de auxiliar mandándome otra nueva que vino hasta el 14.9.15, en horario de 08.00 h a 11.30 h. La trabajadora resultó ser muy incompetente y mal cumplidora de su horario. Me la presentaron como cocinera y tardó dos horas en hacer una tortilla, dejando la patata muy poco hecha y la tortilla muy poco cuajada, era incomestible. (Acta Sanitaria)