Vuelven a detectar el ébola en una enfermera británica que fue dada de alta en enero de este año

Si ayer el mundo entero celebraba la noticia de que por primera vez, desde que en marzo de 2014 el ébola hiciera acto de presencia en Guinea, los tres países más afectados por la epidemia, como son Guinea, Sierra Leona y Liberia, no habían registrado ningún caso de infección desde el 4 de octubre, hoy, según informa la cadena BBC, la enfermera escocesa Pauline Cafferkey que, fue diagnosticada con ébola el pasado mes de diciembre de 2014, ha sido aislada a un hospital de Londres tras volver a serle detectado el virus.

Las autoridades sanitarias de Escocia afirman que se trata de una remanente de la patología, y que se considera que no hay peligro de que se produzca algún contagio.

En un comunicado, el hospital de la capital del Reino Unido confirmó que la enfermera fue trasladada desde Glasgow esta pasada madrugada debido a una “inusual complicación tardía relacionada con su previa infección con el virus del ébola”, por lo que añade la nota que, “será tratada en la unidad de alto nivel de aislamiento de acuerdo con las pautas nacionales establecidas”.

Cafferkey, de 39 años, contrajo el virus cuando trabajaba como sanitaria en Sierra Leona con la organización humanitaria ‘Save the Children’ para tratar de contener la peor epidemia de ébola de la historia que desde el pasado mes de marzo de 2014 ha devastado África Occidental.

La sanitaria estuvo casi un mes en aislamiento en el Royal Free Hospital de Londres, llegando a estar en estado crítico antes de que recibiera un tratamiento experimental con plasma sanguíneo de otro enfermo británico, Will Pooley, también sanitario, y que se recuperó en apenas dos semanas en la misma unidad del hospital, gracias a un tratamiento con el suero inmunológico experimental Zmapp, que fue el mismo que recibió la enfermera española Teresa Romero. Cafferrkey sería dada de alta el 24 de enero y en declaraciones al Scotland on Sunday, afirmaba que los profesionales del hospital londinense Royal Free le “salvaron la vida”.

Rápidamente, para evitar cualquier situación de alarma y confusión, el Ministerio de Sanidad ha afirmado que el ingreso de Cafferkey es una medida de “precaución” que responde a los protocolos que el Reino Unido tiene establecidos, y que indican que cualquier persona diagnosticada con ébola debe ser trasladada lo antes posible a la unidad de aislamiento que el Royal Free Hospital tiene habilitada; por ello, las autoridades aseguran que no existe ningún riesgo significativo para la salud pública.
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