Recientes estudios cuestionan los beneficios del uso del Precondicionamiento Isquémico en la cirugía cardiaca

Dos estudios a gran escala, independientes y doble ciegos, han determinado que la utilización del Precondicionamiento Isquémico remoto (RIPC) en el marco de la Derivación Aortocoronaria con injerto (CABG) y otras cirugías cardíacas con apoyo de bypass cardiopulmonar, no protege a los pacientes de resultados clínicos adversos, tal y como se publicó el pasado 5 de Octubre de 2015 en el New England Journal of Medicine.

En uno de ellos, el Estudio RIPHeart, presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Europea de Medicina Intensiva de 2015 y llevado a cabo con cerca de 1.400 pacientes asignados al azar, no se puso de manifiesto ninguna diferencia significativa en cuanto a la variables de muerte por cualquier causa, infartos de miocardio no mortales, nuevo accidente cerebrovascular o insuficiencia renal aguda en los primeros 14 días o en sus componentes durante los 3 meses siguientes. Además, el índice de los primeros 14 días fue de poco más del 14% en ambos grupos.

En el otro ensayo, El efecto del Precondicionamiento Isquémico remoto sobre los resultados clínicos en Cirugía CABG (ERICCA), cuyos resultados se presentaron en las Sesiones Científicas del Colegio Americano de Cardiología de 2015, el 26,5% de los pacientes que se sometieron al RIPC tuvieron un episodio cardíaco o cerebral adverso después de 1 año, en comparación con el 27,7% registrado en el grupo de control.

Existe un pequeño grupo de expertos en el RIPC que se centran en los estudios experimentales que muestran que existen beneficios en los parámetros sustitutos del RIPC una y otra vez“- comentó el Dr. Patrick Meybohm, del Hospital Universitario de Frankfurt, Alemania y principal autor del artículo RIPHeart. Pero, como comentó, hasta ahora no se han producido grandes ensayos clínicos en el ámbito de la cirugía cardiaca con apoyo de bypass cardiopulmonar.

Los estudios futuros“, añadió, “deberían tener en cuenta factores de confusión conocidos y tratar de dilucidar los posibles efectos del RIPC en otros grupos de estudios, como los pacientes sometidos a cirugía de urgencia, y explorar otros protocolos de RIPC que todavía pueden seguir siendo protectores, como los relacionados con el RIPC de los miembros inferiores, con una mayor duración de la isquemia, o aumentando el número de ciclos”.

El Dr. Robert Kloner, del Huntington Instituto de Investigación Médica, Pasadena (California), que no participó en ninguno de los estudios, destacó que previamente ya se habían realizado varios estudios clínicos que mostraron que el condicionamiento isquémico remoto no añade protección adicional en la cirugía cardíaca. “Por lo tanto, no estoy sorprendido por los resultados de estos dos estudios”.

Y añadió: “Es difícil demostrar que pueda existir una protección adicional además de la cardioprotección que estos pacientes ya están recibiendo, como los efectos cardioprotectores de la hipotermia, los anestésicos y péptidos opiáceos e incluso el estímulo nociceptivo que se puede dar al hacer una incisión en la piel“.

El Estudio RIPHeart
Los investigadores asignaron aleatoriamente a 1403 pacientes que estuvieron sometidos a cirugía cardiaca electiva con apoyo de bypass, unos para llevar a cabo un RIPC y otros para realizar un procedimiento simulado de RIPC. Los pacientes recibieron anestesia general con Propofol intravenoso.

El Precondicionamiento Isquémico remoto fue inducido por cuatro ciclos de isquemia en la extremidad superior a intervalos de 5 minutos, inflando un manguito de presión sanguínea ≥200 mm Hg o al menos 15 mm Hg mayor que la presión arterial sistólica real del paciente, seguido de 5 minutos de deflación de manguito. Para preservar el carácter ciego del estudio, se utilizó un brazo simulado en los pacientes asignados al RIPC simulado, con ciclos similares de la inflación y la deflación.
..Susana Calvo

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