Las negociaciones para el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre la Unión Europea y Estados Unidos siguen adelante, a pesar de que el tratado sigue generando desconfianza y recelos en la sociedad europea, representada por diferentes colectivos de presión europeos como el Corporate Europe Observatory o grupos políticos en el Parlamento Europeo, que han sido protagonistas de protestas en Bruselas y otras capitales del viejo continente. Con todo, para Cecilia Malmström, comisaria de Comercio de la Comisión Europea, son más los aspectos que UE y Estados Unidos tienen en común que los que los separan. Como ejemplo de esta tesis ha puesto la regulación correspondiente a medicamentos y tecnología médica, “que es muy similar” en ambos territorios. Y, de hecho, ha asegurado que en “algunos casos, los reglamentos estadounidenses son incluso más duros” que los europeos, ha indicado la comisaria. “Es algo que hemos aprendido bien durante las últimas semanas”. Por ello, al ámbito del medicamento y de la tecnología sanitaria (sectores que han sido los menos sujetos a polémica de la negociación durante los últimos meses), ha considerado Malmström, son de los que más se pueden beneficiar del TTIP. (Redacción Médica)