Pauline Cafferkey, la enfermera británica contagiada con el virus del ébola ha experimentado una “mejora significativa”, y es que así lo informó ayer el doctor Michael Jacobs, del Royal Free Hospital de Londres, donde la sanitaria permanece ingresada desde el pasado 9 de octubre tras volver a serle detectado el virus.
Esta “mejora significativa” se produce después de que este pasado lunes los doctores dieran un diagnóstico esperanzador al decir que “la condición de Pauline ha mejorado a grave, pero estable”.
Al informar a la prensa sobre el estado de la enfermera, Jacobs, especialista en enfermedades infecciosas del Royal Free Hospital, explicó que la sanitaria enfermó este mes con meningitis causada por una complicación del ébola que contrajo en diciembre del año pasado cuando trabajaba como sanitaria en Sierra Leona con la organización humanitaria ‘Save the Children’.
“En los últimos días, ella ha experimentado una mejora significativa. Está en una unidad aislada, pero habla con el personal, utiliza el iPad y está empezando a comer”, afirma el especialista que, puntualiza que Pauline deberá permanecer ingresada algún tiempo.
“Creo que tiene una larga recuperación por delante y se quedará con nosotros durante un tiempo”, indicó el especialista, que calificó de “sin precedentes” el caso de Cafferkey, y es que como afirma, el tipo de ébola que afectó a la enfermera es “totalmente diferente” a lo que habían visto antes en otros pacientes con la enfermedad que desde el pasado mes de marzo de 2014 ha devastado África Occidental con más de 28.420 personas enfermas, y más de 11.290 fallecimientos.
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