Los refugiados sirios que llegarán a España vienen con enfermedades crónicas y muchos niños sin vacunar

La atención sanitaria a los refugiados sirios es una de las mayores preocupaciones que este colectivo genera. Los miles de refugiados que se esperan en España y que irán llegando poco a poco desde diferentes destinos, pero fundamentalmente desde centros de acogida de Italia y Grecia, progresivamente hasta un número sin determinar todavía vendrán con unas deficiencias que hay que paliar.

El alemán Gottfriedd Huss recordó durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, que en la Declaración de los Derechos del Niño se garantiza a todos los del mundo la misma atención, incluyendo la sanidad preventiva, la vacunación y la atención de enfermedades crónicas, aunque en este caso los profesionales se enfrentan a problemas añadidos que tienen que ver, por ejemplo, con el idioma.

Una atención sanitaria completa tienes aspectos tan diversos como la vacunación o la asistencia psicológica, y, por lo tanto, el reto de cada Gobierno no es solo encontrar ciudadanos que los reciban proporcionándoles alojamiento, comida y ropa, el reto es organizar su atención sanitaria, que es completa y exactamente igual a la que reciben los niños alemanes, ha dicho, sin que exista un “programa mínimo” para ellos.

Los primeros seis meses serán más sencillos porque está previsto que permanezcan en los centros CEAR, Cruz Roja y ACCEM financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, para recuperarse del agotamiento, de la gripe o las diarreas. No se espera que lleguen con enfermedades contagiosas, pero sí con traumas psicológicos.

Los servicios sanitarios de algunos países por los que han pasado han detectado patologías erradicadas en España hace años, tales como lepra, tuberculosis y enfermedades tropicales como la malaria. El objetivo será la cura y la prevención con vacunas. Estos servicios sanitarios se han encontrado con niños no vacunados, con malnutrición y maltratados físicamente, con niñas vendidas y violadas. Muchos de ellos, ha coincidido con Huss, necesitan tratamiento psicológico y psiquiátrico.

El problema se agravará con el tiempo porque lo actuales voluntarios debe ser sustituidos por profesionales que les ayuden a que la recuperación sea a través del juego, la música, el teatro, la cultura… Habrá tratamientos psicológicos y psiquiátricos a largo plazo.
..Lola Granada

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