Un hospital de campaña recién abierto junto a un hospital vacío al que le sobran los adjetivos. Lleva años cerrado, totalmente construido, abandonado, olvidado a los ojos de los vecinos de la comarca malagueña del Guadalhorce. Los mismos que este sábado se han puesto en pie de guerra y, en las proximidades del centro sanitaria prometido y aún sin estrenar por la Junta de Andalucía, han montado su propio hospital. Y han protagonizado escenas que, pese a su corte surrealista, han arrojado una dimensión de lo más simbólica. De hecho, este original acto de protesta ha llevado a los miembros de la Plataforma Pro-Hospital del Guadalhorce a practicar reanimaciones, embutidos en una bata de médico, a un muñeco postrado en la camilla que bajan de una ambulancia de verdad. Otros lugareños hasta hacían colas para medirse la tensión, mientras el supuesto doctor aguardaba en la mesilla de una consulta imaginaria.Con el paso de los años, no les ha quedado otra que instalar esta supuesta acampada hospitalaria, más propia de un conflicto bélico que otra cosa, como metáfora de la lucha en la que siguen inmersos con incredulidad. No obstante, aún se frotan los ojos cada vez que pasan, a la altura del municipio de Cártama, ante un edificio ya terminado a la intemperie que, tanto tiempo después, no acaba de abrir sus puertas. (El Mundo)