La acumulación de evidencias científicas durante los últimos 14 años ha logrado demostrar que las células madre pueden curar fístulas perianales de pacientes con enfermedad de Crohn. Lo más importante es que este hecho revela una de las principales cualidades de estas células: su capacidad para ayudar a la cicatrización. Esto puede hacer que los resultados en el futuro sean extrapolados a otros campos de la cirugía y de la gastroenterología. Esta investigación empezó a principios de mayo de 2002, cuando investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) pusieron a punto la tecnología necesaria para tratar por primera vez a una paciente de enfermedad de Crohn con células madre procedentes de la grasa. Fue la prueba de concepto en la que se basó una larga sucesión de ensayos clínicos nacionales e internacionales dirigidos a conocer si efectivamente esta nueva modalidad terapéutica, la terapia celular, podía ser usada con seguridad y eficacia en el ser humano. (Gaceta Médica)