Los pediatras de AP potencian las habilidades de comunicación de los residentes para facilitar una atención eficaz con el niño y sus familiares

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), ha celebrado el V Curso Práctico AEPap para residentes de Pediatría. Durante dos días, 92 especialistas en formación se han reunido en Madrid con el objetivo de actualizar concomimientos, tanto teóricos como prácticos, de algunas de las patologías másfrecuentes entre la población pediátrica.

Según las Dras. Juana María Ledesma, Itziar Martín y Carmen García Rebollar, coordinadoras del curso y pediatras de AP, “los principales objetivos son que el residente conozca los aspectos asistenciales propios de la Pediatría de AP y las diferencias y coincidencias entre la pediatría de AP y la Atención Hospitalaria. Además, también es fundamental que se afiance la necesidad de la continuidad asistencial entre ambos niveles y que aprendan el manejo de las herramientas formativas específicas de las que se dispone en AP”.

La estructura de esta actividad consta de cuatro seminarios y cinco talleres con contenidos, eminentemente prácticos,que incluyen formación sobre actividades preventivas, detección de factores de riesgo y patologías prevalentes en las consultas de AP, así como la adquisición de habilidades que puedan ser útiles en la atención del niño y adolescente.

Formación y comunicación, factores claves en Pediatría de Atención Primaria
El objetivo de la pediatría de AP se centra en la atención integral a la salud del niño en todas sus etapas, poniendo especial énfasis no en la enfermedad sino en la prevención y promoción de la salud, teniendo en cuenta que las intervenciones en la primera infancia son más costo-efectivas y tienen la mayor tasa interna de retorno.

La formación de los residentes en pediatría de AP es fundamental ya que, a pesar de que más del 67% de los pediatras ejercen en AP, la mayor parte de su formación es hospitalaria. De hecho, una encuesta realizada por el grupo de docencia de la AEPap confirma que casi el 97% de los pediatras considera necesaria la rotación por el primer nivel asistencial y que el 39,3% cree adecuado que este periodo dure tres meses, siendo la opinión mayoritaria partidaria de aumentar dicho periodo.

Además en una encuesta realizada a residentes de pediatría de la Comunidad de Madrid en 2014, un 70% de ellos destacaban la importancia de su rotación por AP, consideraban que había conocimientos que solo se adquirían en dicha rotación y el 90% de ellos se mostraron muy satisfechos al final de la misma.

En cualquier caso, la comunicación es un factor clave en AP. Por ello, para mantener una entrevista clínica eficaz con los niños y sus familiares, los residentes tienen que conocer técnicas de comunicación”, una asignatura pendiente en las facultades y que adquiere relevancia en este curso. La Dra. Begoña Domínguez, presidenta de la AEPap, estima que “a lo largo de su vida laboral, un pediatra de AP llega a comunicarse en más de 150.000 ocasiones con niños y familias”.

A lo largo de 2012, 6.387 pediatras atendieron más de 32 millones de consultas de pediatría de AP en el Sistema Nacional de Salud, lo que supone que casi el 90% de la población infantil pasa por las consultas de AP.

La presidenta de AEPap, plantea la necesidad de homogeneizar la docencia de pediatría de AP ya que “hace falta unificar y aplicar los criterios de acreditación en todo el territorio nacional. También es importante aumentar el número de tutores acreditados y contar con un registro de los mismos al igual que de Centros de Salud y Unidades Docentes Multiprofesionales Pediátricas”. De esta manera, la Dra. Domínguez subraya que es fundamental que “la labor docente de los pediatras sea reconocida y valorada curricular y profesionalmente”.

Uso racional de antibióticos
Este año se ha incluido un taller sobre el uso racional de antimicrobianos, y han sido la Dra. Rosa Albañil y el Dr.Rafael Jimenez Alés, miembros del grupo de PatologíaInfecciosa de AEPap, los encargados de su puesta en marcha. Tal y como ambos comentan, “la práctica de la medicina actual es posible porque existen antibióticos. Sin su existencia, y la disminución que producen en la morbimortalidad causada por infecciones bacterianas, no sería posible realizar procedimientos quirúrgicos, trasplantes de órganos, atención a enfermos críticos, prematuros, tratamiento de enfermedades neoplásicas, etc”.

Sin embargo, el uso de antibióticos siempre supone un impacto sobre la flora bacteriana, patógena y colonizadora, del organismo al que se administran: seleccionan el crecimiento de cepas resistentes y pueden inducir la adquisición de resistencias a su acción por parte de bacterias inicialmente sensibles, mediante mutación o por adquisición de genes por transferencia desde otra bacteria resistente.

La resistencia puede hacerse extensiva a distintos antibióticos y familias de antibióticos existiendo bacterias panresistentes (PDR) con resistencia a todos los antibióticos disponibles.
El uso de antibióticos y la inducción de resistencias microbianas es un problema global que excede a la práctica médica e incluso al uso humano porque su utilización en veterinaria, agricultura y ganadería tiene los mismos efectos que este en cuanto a la aparición, propagación y persistencia de microorganismos resistentes.

Según los Dres. Albañil y Jiménez Alés, un mejor uso de antibióticos puede disminuir las tasas de resistencias bacterianas. “El objetivo para los médicos debe ser conseguir un uso prudente de antibióticos maximizando el impacto terapéutico y minimizando la toxicidad y el desarrollo de resistencias”, indican.

Obesidad infantil, una patología que preocupa a los pediatras
Uno de los aspectos que se han tratado durante el curso es la obesidad y el sobrepeso, ya que constituyen la patología crónica más prevalente en la edad pediátrica. Según el estudio EnKid, realizado en una muestra representativa de la población española de 2 a 24 años, “la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es del 26,3% (12,4% y 13,9%, respectivamente). Los residentes de pediatría deben conocer como se maneja la obesidad infantil desde AP”.

La obesidad es el origen de muchos casos de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer”, explica la Dra. Itziar Martín Ibáñez, pediatra de AP. Tan sólo el 5% de los casos que ven en consulta son debidos a enfermedades endocrinas, síndromes genéticos y trastornos metabólicos que cursan con obesidad. “No obstante, la gran mayoría de los niños padecen obesidad exógena, es decir, aquella que resulta del desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Estos casos sueleniniciarse en la infancia y en la adolescencia y aunque los determinantes biológicos contribuyen al riesgo de desarrollar obesidad, los factores ambientales van a influir en que se desarrolle o no, así como en el grado o intensidad de la misma”, aclara la pediatra.

El entorno del niño, condicionado por costumbres y modas, puede favorecer determinados estilos de consumo alimentario y de empleo del ocio. “Asimismo, – apunta la Dra. Martín Ibáñez – adoptar uno u otro estilo de vida está influenciado por factores de índole macroeconómica: precios de los alimentos, publicidad, horarios laborales de los progenitores, disponibilidad de parques o instalaciones para la actividad física, el nivel socioeconómico y académico de los progenitores, diseño de las ciudades, oferta de transporte público, etc.”.

La facilidad para acceder a alimentos muy calóricos y llevar un estilo de vida muy sedentario son los factores que más influyen en la obesidad. La Dra. Martín Ibáñez, aclara que “en las familias en las que hay miembros adultos con obesidad es más probable que haya, también, menores que la vayan a padecer y que, a su vez, tienen más probabilidades de padecer obesidad cuando se hagan adultos”.
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