En España entre 2 y 3 millones de personas tienen problemas de baja visión

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En España hay entre dos y tres millones de personas que tienen problemas de baja visión como consecuencia de un deterioro de la retina que hace que tengan entre un 40 y un 5% de agudeza visual. Y es que así lo ha asegurado en declaraciones a Europa Press la presidenta de la Sociedad Española de Especialistas de Baja Visión (SEEBV), Carol Camino, con motivo de las terceras jornadas que esta organización ha celebrado desde el 20 al 22 de noviembre en la Universidad Europea de Madrid.

Esta experta reconoce que las principales patologías causantes de esta baja visión -entre un 40 y un 5% de agudeza visual- que, por debajo de este límite ya se consideraría ceguera, se encuentran la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que es la principal causa de ceguera en personas de más de 60 años en países desarrollados; glaucoma, que tras la cataratas es la segunda causa de ceguera en el mundo; la retinopatía diabética, la enfermedad vascular más frecuente de la retina, además de otras más minoritarias como la retinosis pigmentaria y otras derivadas del deterioro de la retina.

En términos generales son enfermedades seniles, es decir, afectan más a personas de avanzada edad, y es que el 80% de los pacientes que acuden a las consultas de oftalmólogos tiene más de 60 años, según ha reconocido Camino que, avisa de que España “no está preparada” para atender estas dolencias ante el progresivo envejecimiento de la población, y por ello reclama un mayor apoyo ya que actualmente “todos los especialistas están en el ámbito privado”.

Asimismo, lamenta que siga habiendo “mucho infratratamiento” por la falta de colaboración con los oftalmólogos.

Son pacientes en los que las lentes de corrección no solventan su problema, y están dejados de la mano de Dios”, afirma la presidenta de la SEEBV, que asegura que existen diferentes ayudas visuales que les pueden ayudar a “rescatar y potenciar el resto visual que todavía tienen”.

Entre ellos destacan los microscopios, gafas con mucha potencia que permite que una persona con baja visión puede llegar a leer con ellas; los telescopios que son instalados en las gafas para aumentar el tamaño de la imagen retiniana, o unos filtros especiales diferentes a los de las gafas convencionales que “filtran la luz ultravioleta pero dejan pasar el espectro visible y aportar más contraste en todos los perfiles”.

Finalmente, aboga por mejorar la concienciación para que los afectados con baja visión sepan que “si tienen un resto visual, se puede aprovechar para que no se quede sin ver”.
..Redacción

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