Investigadores descubren cómo resisten las células inmunes a la radioterapia

Investigadores del Instituto de Cáncer Tisch de la Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí han descubierto un mecanismo clave por el cual el tratamiento de radiación (radioterapia) falla a la hora de destruir completamente los tumores y ofrecen una solución novedosa para promover una radioterapia exitosa entre los millones de pacientes con cáncer que son tratados con ella, como se publica en la revista Nature Immunology.

El equipo encontró que cuando la radioterapia daña la piel que cubre los tumores, unas células inmunes de la piel llamadas células de Langerhans se activan. Estas células de Langerhans pueden reparar el daño en su propio ADN causado por la radioterapia, lo que les permite volverse resistentes a ella e incluso desencadenar una respuesta inmune causando tumores de la piel tales como el melanoma, para resistir un tratamiento prolongado.

Los investigadores imitaron el efecto de los fármacos de inmunoterapia llamados “inhibidores de puntos de control inmune” para estimular el sistema inmunológico y atacar los tumores. Esto a su vez bloquea la capacidad de las células de Langerhans de reparar su propio ADN tras la radioterapia, provocando que mueran, impidiendo así una respuesta inmune que proteja los tumores de piel.

Nuestro estudio sugiere que este enfoque combinado – la combinación de la radioterapia con fármacos que aceleren una respuesta inmune saludable – ayudará a que la terapia de radiación sea mucho más eficaz“, dice el autor principal del estudio, el inmunólogo Jeremy Precio.

Aunque este estudio se realizó utilizando modelos de melanoma de ratones y se centró en la piel, donde se encuentran estas células de Langerhans, los investigadores creen que ocurre el mismo proceso en los órganos en todo el cuerpo. Allí, las “primas” de las células de Langerhans llamadas células dendríticas también se activan por la radioterapia y los investigadores hicieron hincapié en que es fundamental que entendamos cómo responden al tratamiento también.

Asimismo, los inhibidores de puntos de control han revolucionado el tratamiento del melanoma y están siendo investigados en muchos otros tipos de cáncer“, dijo la co-autora Miriam Merad, Doctora en Medicina y profesora de Inmunología Tumoral, Ciencias Oncológicas y Hematología y Oncología Médica, en el Instituto de Cáncer Tisch de la Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí. “El cáncer tiene la posibilidad de desactivar e incluso evadir la respuesta inmune natural del cuerpo a los tumores – los nuevos medicamentos de inmunoterapia eliminan esos frenos del sistema inmune, promoviendo una respuesta inmune potente y completa contra el cáncer“.

Esto se sinergiza con la radiación, que puede revelar dónde está el tumor, por lo que el sistema inmune irá mejor orientado“, dice el Dr. Price. “Mediante la combinación de estos tratamientos, la capacidad de las células de Langerhans para usar el sistema inmune para proteger los cánceres es abrumadora“.

La radiación ionizante es una herramienta terapéutica de gran potencia que causa roturas en el ADN celular. La formación de estas roturas desencadena una respuesta en las células de Langerhans (que están por lo general en estado latente) para evitar mayores daños y para repararlas.

Los investigadores descubrieron que cuando la piel está dañada por la radiación ionizante, las células de Langerhans viajan a los ganglios linfáticos cercanos para comunicarse con otras células inmunes y ayudan a programa una población de células T reguladoras que amortiguan el sistema inmunológico. Estas células T reguladoras viajan hacia atrás hacia el tumor dañado, y lo protegen del ataque del sistema inmunológico.

Observamos que el melanoma creció mucho más rápido en ratones pre-tratados con radiación en comparación con los ratones no tratados, debido a la presencia de células T reguladoras activadas por las células de Langerhans” dice el Dr. Price. “Estas células de Langerhans fueron resistentes a la radiación“.

Los investigadores también descubrieron que las células de Langerhans son capaces de resistir dosis letales de radiación porque manifiestan niveles muy altos de una importante proteína implicada en la respuesta al estrés que orquesta la reparación del ADN después de la radioterapia.

Cualquier tratamiento que prevenga la producción de células T reguladoras infiltradas en el tumor, como la inmunoterapia, mejorará el resultado del tratamiento de radiación y salvará vidas“, concluyó el Dr. Price.
..Susana Calvo

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en