La OCU denuncia que España es con “diferencia” uno de los países con más resistencias bacterianas a antibióticos

La proliferación de bacterias resistente a los antibióticos debido al mal empleo que de ellos se ha hecho en los últimos años ha aumentado sobremanera y, según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), España, “con diferencia” es uno de los países europeos en los que más se da esa resistencia.

Esta resistencia, está derivando en una pérdida de eficacia de estos medicamentos, claves en el manejo de las infecciones, lo que la OCU considera que “constituye un gran problema global de salud pública” ya que “dificulta la lucha contra muchas infecciones hasta ahora fácilmente curables”.

La OCU insiste en que una de las razones que favorecen estas resistencias es el mal uso y el abuso que se está haciendo de estos medicamentos, ya que “va más allá de las infecciones del ser humano y de los animales”, y es que se emplean en otros ámbitos como la ganadería e incluso la agricultura para prevenir posibles enfermedades de animales y cultivos.

Ante esta situación, la OCU aconseja a los usuarios tres principios que son indispensables: tomar antibióticos solamente bajo prescripción medica; completar siempre el tratamiento siguiendo las instrucciones del médico, y no compartir ni guardar los medicamentos que hayan sobrado de tratamientos anteriores.

Esas tres medidas para los usuarios, pero y ¿para los profesionales? Pues para ellos, se recomiendan mejorar la prevención y el control de infecciones; recetar antibióticos solamente cuando sean realmente necesarios; informar a los pacientes de forma adecuada y tener formación actualizada y objetiva de los medicamentos que están tomando, “no sesgada como la que ofrecen a menudo los laboratorios farmacéuticos para proteger sus intereses”, critica la OCU.

Usuarios, profesionales, y evidentemente quienes se encargan de fabricarlos, prepararlos y comercializar con ellos, es decir, la industria farmacéutica que, tiene un papel indispensable, y es que además de las medidas ya existentes para preservar la eficacia de los fármacos, si los antibióticos dejan de ser eficientes, es primordial favorecer la investigación para el desarrollo de nuevos medicamentos por parte de la industria farmacéutica.

Autoridades sanitarias exigen hacer público datos de resistencias en los hospitales
Las autoridades sanitaria exigen un seguimiento eficaz de la resistencia antibiótica, regular y promover el uso de estos fármacos, y que se hagan públicos los datos de resistencias bacterianas en los hospitales públicos.

El aumento de la resistencia a los antibióticos constituye una crisis sanitaria global y los gobiernos han reconocido que es uno de los mayores desafíos para la salud pública”, afirmaba recientemente la directora general de la OMS, Margaret Chan, con motivo de la campaña mundial que bajo el lema “Antibióticos: Manejarlos con Cuidado“, la OMS lanzó del 16 al 22 de noviembre.

Uno de los grandes errores que hay en torno a la resistencia a los antibióticos, es pensar que el que se vuelve resistente al antibiótico es el organismo de una persona, cuando es a la bacteria a quien realmente le ocurre eso.

Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), se estima que cada año en Europa las bacterias resistentes a los antibióticos pueden provocar 25.000 muertes y costar unos 1,3 mil millones de euros, en términos de salud y pérdidas de productividad.

Esta situación “está poniendo en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas y socavando muchos adelantos de la medicina”, concluía Chan.
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