Publicado en Gaceta Médica La anemia falciforme (SCD por sus siglas en inglés) es una enfermedad hereditaria y crónica que afecta a cerca de 100.000 estadounidenses. Las personas que la padecen producen una hemoglobina alterada, lo que hace que las células rojas no transporten oxígeno e incluso pueden atascar los vasos sanguíneos provocando ictus, infecciones y complicaciones pulmonares. Aunque el trasplante de médula ósea es un tratamiento válido, lo cierto es que está asociado con graves efectos secundarios. En la actualidad, el único medicamento aprobado para el tratamiento de las complicaciones a largo plazo es hydroxyurea. Por eso han resultado significativos los estudios que se han presentado al respecto durante el 57 Congreso de la Asociación Americana de Hematología (ASH), que se está celebrando en Orlando. Dos de las investigaciones que se presentaron están centradas en niños. El TWiTHC ha evaluado en 121 niños con SCD y velocidades TCD anormales si la hydroxyurea tiene el mismo efecto protector frente al ictus que las transfusiones. Este ensayo, fase III randomizado, comparó 24 semanas de tratamiento estándar (trasfusiones) con el tratamiento alternativo (hydroxyurea).