Las válvulas endobronquiales ayudan a algunos pacientes con enfisema a respirar mejor

De acuerdo a un nuevo estudio de los Países Bajos, un tratamiento experimental para el enfisema grave que consiste en colocar válvulas unidireccionales en las vías respiratorias que van al tejido pulmonar dañado puede ayudar a los pacientes a respirar más fácilmente y a ejercitarse durante más tiempo.

La técnica consiste en introducir una minúscula válvula en el ingreso al lóbulo pulmonar afectado, que anula la parte dañada y permite el buen funcionamiento del pulmón sano, a diferencia de la cirugía, que extirpa la zona mala.

Ubicados en el canal bronquial determinado, la válvula unidireccional controla el flujo de aire. Se cierra cuando el paciente inspira, y cuando espira, se abre para permitir sacar las secreciones: por una razón fisiológica, se va achicando el pulmón.

El lóbulo tratado se va reduciendo progresivamente y permite que los vecinos recuperen su volumen y puedan llenarse de oxígeno, funcionando en toda su capacidad, lo que produce una mejora rápida y notable en la función respiratoria.

En este estudio, el tratamiento con válvula endobronquial “mejoró significativamente la función pulmonar y la capacidad de hacer ejercicio en pacientes con enfisema grave, que se caracteriza por la ausencia de ventilación colateral interlobular“, dijeron los autores el 9 de diciembre en la revista New England Journal of Medicine.

Ahora tenemos la prueba de que esta es una terapia viable“, comentó su autor principal, Karin Klooster, de la Universidad de Groningen. “No podemos curar al paciente, pero sí podemos aliviar los síntomas. Estos pacientes tienen realmente beneficios que les cambian la vida“.

La técnica sólo funciona en pacientes cuyo tejido pulmonar dañado está aislado, y el aire no se cuela por el tejido sano. Es por eso que una prueba previa de las válvulas sólo dio resultados modestos, apuntó. Una nueva prueba de detección puede determinar si el tejido pulmonar dañado está aislado.

En parte debido a esta limitación, sólo alrededor de uno de cada 10 pacientes con enfisema grave serían candidatos para las válvulas implantadas, estima Klooster.

Es un grupo limitado, pero el beneficio será real“, dijo el Dr. Norman Edelman, asesor científico senior de la Asociación Americana del Pulmón, que no participó en la investigación. “Díficilmente se trata del Santo Grial. No es probable que alargue la vida ni nada parecido, pero si los pacientes son cuidadosamente seleccionados, les ayudará a conseguir menor falta de aire durante al menos seis meses“.

Klooster especuló que, de ser aprobada, la terapia costaría aproximadamente entre 20.000 y 25.000 euros ($ 22.000 a $ 27.500), incluyendo los costes del cribado para asegurarse de que la terapia es eficaz y el seguimiento médico.

Sabemos que en personas con un enfisema muy grave, si podemos sacar los grandes sacos de aire y reducir el volumen pulmonar total, hará que se sientan mejor, tendrán menos falta de aire“, dijo Edelman. “Esta es una manera de hacerlo sin tener que abrir el pecho“.

Los resultados del ensayo, conocido como STELVIO, se basan en 68 pacientes. A 34 de ellos se les colocaron válvulas en las vías respiratorias que iban al tejido pulmonar menos sano. El resto estaban en el grupo de control, recibiendo atención médica estándar, pero no la cirugía de reducción pulmonar.

Las mejoras en la respiración – cuando llegaron – a menudo aparecían en cuestión de días. Con las válvulas en su lugar, los pacientes liberaron en el primer segundo un 21% más de aire cuando trataron de exhalar. Con la atención estándar el aumento fue de sólo un 3%.

La distancia que los pacientes podían caminar mejoró en casi un 20%. En el grupo de control se redujo en más de un 3%.

Sin embargo se registraron 23 eventos adversos graves en el grupo de las válvulas en comparación con los sólo cinco registrados entre los que recibieron la atención estándar. El mayor problema era el neumotórax, que se dio en el 18% de los pacientes.

Un 12% de los voluntarios que recibieron las válvulas necesitó que les fueran reemplazadas, y el 15% de los pacientes requirió que les fueran retiradas. La única muerte durante el estudio tuvo lugar en el grupo de la válvula. “Lo bueno de este tratamiento es que es reversible, así que si tienes complicaciones es posible quitar las válvulas“, dijo Klooster.

Las válvulas aún no se han aprobado en los EE.UU, ya que actualmente están siendo probadas en 21 centros del país como parte del estudio LIBERATE, para el cual los médicos están todavía buscando voluntarios.
..Susana Calvo

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